Si bien Aranguren anunció un tope del 300% hay que recordar que aquí estábamos bajo un amparo que hizo que no se aplicara el aumento del 2014. Ese amparo cayó con el nuevo cuadro.
La resolución oficial establece que esos límuites se aplicarán “sobre el valor total de la factura con respecto al cuadro tarifario anterior, y siempre considerando un mismo nivel de consumo”.
Pero ese “cuadro tarifario anterior” al que hace alusión es el que empezó a regir en abril de 2014, que en Mar del Plata y otras ciudades de la zona (Balcarce, Mar Chiquita y General Alvarado) nunca entró en vigencia porque fue frenado por una medida cautelar del juez federal Alfredo López.
En 2014 la tarifa del gas aumentó entre 80 y 500%. Si esos aumentos se suman al nuevo, con tope de 300% el incremento podría llegar en los hechos al 1400%.
Ese cuadro tarifario establecía incrementos de entre el 80 y el 500%, y la medida cautelar que los mantenía en el freezer cayó en abstracto una vez que fue emitido un nuevo cuadro tarifario. Por lo que esos aumentos deberían sumarse a los nuevos, que tendrán topes.
Pero como el artículo 10 de la resolución que leyó hoy el ministro Juan José Aranguren pone de manifiesto que a partir de ahora las facturas con los nuevos valores tendrán topes con respecto a 2015. Es decir, que en la factura de noviembre, por ejemplo, no vamos a pagar más del porcentaje estipulado para cada categoría según lo que pagamos en año anterior.
Ello hace que la cuestión quede supeditada al criterio de interpretación y las posibilidades reducidas a dos:
1- Si se aplican los topes sobre la tarifa que hubiese correspondido con el aumento del 2014 de no mediar el amparo, pagaremos un 1400% más que lo que abonábamos hasta ahora. Esto sería lo que podríamos llamar un criterio legalista.
2- Si se aplica el espíritu de lo anunciado por Aranguren, entonces el aumento tendrá un tope del 300%. Se aplicaría un criterio político. Claro que entonces debería resolverse en que momento y forma los consumidores beneficiados con aquel amparo comenzarían a ponerse en igualdad de condiciones con el resto de los del país.
Queda sin embargo pendiente un hecho esperanzador y es la posibilidad de recategorización de Mar del Plata y la zona para ser puesta en igualdad de condiciones con la región patagónica. Claro que esta posibilidad quedó demorada a la espera de una nueva audiencia pública que recién se llevaría a cabo en octubre de 2017, es decir dentro de un año.
Todo ayuda a conformar un presente muy preocupante para los habitantes de una ciudad que además lidera el ránking de desocupación y caída del PBI.
Lo que parece no importarle a nadie…
