Por José Luis Ponsico (*) – El 16 de mayo´ 76 un grupo de hinchas de Huracán, colgó la pancarta «Videla asesino» en el estadio pincha. Al costado, firmaba: «Montoneros». La represión causó un muerto.

José Luis Ponsico
El domingo 16 de mayo´ 76, a 53 días del golpe cívico-militar del 24 de marzo´76, que se
recuerda como instalación de la dictadura de Jorge Rafael Videla, en la vieja cancha de
Estudiantes de La Plata ocurrió un hecho gravísimo: rebelión popular con un muerto.
Por la 7ma. fecha del Torneo Metropolitano Estudiantes recibía a Huracán. Ambos de muy
buenas campañas. El «pincharrata» bajo la dirección técnica de Carlos Bilardo, subcampeón
en el Nacional´75. El «globito» tras ciclo de César Menotti, su amigo Miguel «Gitano» Juárez
El país había tomado otro rumbo. En abril había asumido José Alfredo Martínez de Hoz factor
clave en el cambio, Ministro de Economía, amplios poderes. Se cerraba ciclos de la industria
nacional. Ibamos a las importaciones y la «Plata dulce».
Al cabo del primer tiempo del partido Estudiantes-Huracán un grupo de hinchas de Huracán,
colgó la pancarta, letras grandes_ «Videla asesino». Al costado, firmaba: «Montoneros». La
represión policial produjo corridas y disparos por calles 57 y 58. Un acto casi suicida.

A la mañana siguiente la prensa aún hablaba de un herido
Intervino la Bonaerense. La persecución incluyó cierre de las puertas del estadio. Todo el mundo de la tribuna visitante debía ser palpado de armas. Exhibir documentos de identidad.
La veintena de militantes pudo escapar. Hubo cien detenidos lo más grave se supo después.
Una bala perdida hirió de muerte a un hincha del «globito» totalmente alejado del episodio.
Gregorio Noya, 38 años, ubicado en la platea para los visitantes, con su hijo del mismo nombre y apellido, 15, recibió de abajo hacia arriba un disparo en su espalda.
El régimen instalado, «Proceso de Reorganización Nacional» produjo el efecto de un país «ocupado» por las Fuerzas Armadas. El gobierno de Isabel Perón, tras la muerte del creador del Justicialismo, Juan Domingo Perón, el 1° de julio del 74, había caído en estado de crisis.
Los movimientos guerrilleros ocuparon el centro de la escena, Perón, 1° mayo del 74 impactó
con fuertes críticas a «Montoneros» movimiento juvenil enfrentado al gobierno en medio de una
guerra sin cuartel: «Patria Socialista» versus «Patria Peronista». Guerrilla vs. sindicatos. El final.
Hechos gravísimos ya sucedían en el 73: A poco de las elecciones ganadas por la fórmula Perón-Perón, el 25 de setiembre, ocurrió el asesinato de José Ignacio Rucci, líder de la CGT. dirigente metalúrgico -la UOM en el 74, sumaba más de 400 mil afiliados- dos días más tarde del comicio.
Mucho después se supo que la organización «Montoneros» había decretado la condena al dirigente nacido en San Nicolás que estaba cumpliendo 50 años y aparecía como el más leal hombre del General Perón en la escena nacional.

En 1974 Montoneros se había enfrentado a Perón en Plaza de Mayo
Amílcar Romero, periodista, investigador, produjo una compilación sobre sucesos graves ocurridos en la canchas de fútbol desde 1941. En el Monumental, River-San Lorenzo, la Policía Federal ultimó, feroz persecución, a nueve hinchas «azulgranas». Un episodio que la prensa nunca difundió demasiado.
En su libro «Muerte en la cancha»,1985, Romero repasó más de 35 años de graves episodios, algunos «tapados» no sólo por el tiempo transcurrido. Según el periodista -la investigación data de su paso por «La Razón»- tiempos de dictadura agravaron los hechos de represión.
El capítulo de hechos, mayo del 76, en el viejo estadio «pincharrata», el autor investigó el «Caso Noya». Testimonio recogido mucho después del crimen del martillero público, barrio de Pompeya, víctima, titular de la inmobiliaria en cercanías de la cultura del «globito».
Su hijo vivió el drama con 15 años de edad, agonía del padre en la platea de Estudiantes y durante 22 horas de internación. Nunca se supo quién disparó el arma homicida que partió de fuerzas policiales. Romero entrevistó después al hijo de la víctima Inmobiliaria Riestra al 5000.
Los diarios de la época daban cuenta de la brutal represión a obreros de comisiones internas que remitían a sectores sindicales peronistas y centenares de alumnos universitarios ligados a ideales de izquierda. Sindicatos y Universidades «intervenidas». Ninguna actividad política autorizada.
Intelectuales y gente de la Cultura en una solicitada reclamaban por la situación del escritor Haroldo Conti, ensayista, poeta, docente académico, nacido en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, secuestrado -luego resultó asesinado- por un escuadrón de la muerte.
Conti estaba visto cercano al Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT cuyo brazo armado ERP. El Ejército Revolucionario del Pueblo fue emboscado en Villa Martelli dos meses más tarde de los episodios en la cancha de Estudiantes.

El lujoso Huracán de Menotti, involuntario protagonista del drama
El periodista y escritor, Amílcar Romero, retrató el virtual acercamiento de la hinchada de Huracán, pleno proceso 1971/72/73 consignas del regreso del Gral. Perón a la Patria. En la campaña Metro´73, el equipo del «Flaco» Menotti que quedó en la historia, entonaban cantito.
«Lo dice el Tío/Lo dice Perón. Hacete del globito que sale campeón». Huracán ganó con un juego de alto vuelo en la primera rueda, antes de las eliminatorias para el Mundial´74, cuando debió ceder a varios. Ataque Houseman, Brindisi, Avallay, Bábington y Larrosa.
Menotti otro «look», cabello largo, casi sobre los hombros, participó culturalmente de la llamada «Tendencia Revolucionaria». El plantel del «globito» firmó el 9 de marzo del 73, la solicitada de apoyo al futuro gobierno: «Cámpora al gobierno, Perón al Poder».
Hace 45 años un grupo del denominado «Peronismo Revolucionario» colgaba la bandera «Videla asesino» muestra de rebelión a la dictadura que recién empezaba con costo altísimo para los sectores populares.
El grupo se separó del grueso de la hinchada de Huracán aquélla tarde en La Plata -algunos testigos admitieron que no toda la gente del «globito» sabía de rebeldía a la dictadura, costo imaginado- corridas por las calles 57 y 58, el cierre de ingresos a las tribunas. Infierno.
La Policía Bonaerense -el temido coronel Ramón Camps en la Fuerza- cerró todos los
ingresos y salidas. Huracán había llevado al estadio «Pincharrata» más de dos mil hinchas. Dos horas pasaron. Registraron a todos. Documentos de identidad, «cacheo». Una odisea.
A 45 años, el club Huracán deberá rendirle tributo, homenaje, alguna placa quizá. a su infortunado hincha «quemero» martillero público Gregorio Noya, 38 años en 1976, alcanzado por una bala asesina, Policía Bonaerense, aquél cruce: Estudiantes-Huracán, en La Plata.
El «Flaco» Menotti sólo dejó el recuerdo en «La Quema». Durante los años «del Proceso» resultó figura descollante con pasado «pseudo-izquierda» desde lo cultural, pero consciente, o no, brindó con el plantel de futbolistas, sus dirigidos, el Mundial´78 a la dictadura asesina.
«Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio», Joan Manoel Serrat, Barcelona, 1971.
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(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur.