LA HUELLA NEUQUINA

Las elecciones en Neuquén dejan una lección que muchos deberán atender: el 50% de la población no está dispuesta a votar a Macri o a Cristina. El riesgo de marchar hacia un comicio deslegitimado.

¿Porqué el resultado sería distinto?, ¿porqué suponer que Neuquén no seguiría la tendencia que todas las encuestas marcan como consolidada en el resto del país?. En cada medición aparece con claridad el rechazo que más de la mitad de la población rechaza tanto al actual presidente como la la anterior mandataria; Macri y Cristina se han convertido en todo lo que los argentinos no queremos de nuestros gobernantes.

Entre las dos opciones del histórico Movimiento Popular Neuquino rozaron el 50% de los votos, mientras el kirchnerismo apenas cosechó el 26% y el macrismo poco más del 15%.

Si sumamos a la grilla los votos dispersos de otras ofertas menores, desde la alicaída izquierda, casi testimonial, hasta otras opciones, veremos que el 60% de los neuquinos resolvieron dar la espalda al presidente actual y a la ex mandataria. Los mismos porcentajes que indican las encuestadoras nacionales, aunque ayer en la provincia le hayan errado por bastante al cómputo local.

Macri no mira a la gente, Cristina tampoco. El primero encerrado en un aislamiento cada vez más preocupante y la segunda con su eterna condición de cultora del relato.

Pero los argentinos siguen demostrando, ahora en los hechos, que ya no cree que ninguno de ellos pueda mejorar la devastada calidad de vida que nos arropa a cada uno de nosotros.

¿Hay tiempo para una tercera opción?. Solo el egoísmo y la mediocridad de los dirigentes que deberían construirla hace que el país pierda la oportunidad de salir de este corsé perverso en el que nos han embretado. Neuquén fue la primera de muchas fotos similares que en los próximos meses veremos publicadas en toda la geografía nacional.

¿No se entiende que la película lleva por título «Estamos hartos»?