A horas de que el mercado financiero abra una nueva jornada de actividad, la economista Silvina Batakis se encaminaba a ser la elegida por Alberto Fernández para quedar al frente del Palacio de Hacienda.
De una charla telefónica con la vicepresidenta Cristina Kirchner que el presidente se negó a realizar hasta la noche, surgió con fuerza el nombre de Batakis luego de barajar otras opciones que quedaron en el camino.
A la ex ministra de Economía bonarense durante la gestión de Daniel Scioli le tocará ocupar una silla caliente, en medio de la crisis institucional que vive el Gobierno y el descalabro económico con una inflación desbocada, que afecta seriamente el poder adquisitivo de la gente.
No se descarta que se comuniquen en las próximas horas más cambios en el Gabinete, como por ejemplo el posible desembarco de Sergio Massa como jefe de Gabinete en reemplazo de Juan Manzur.
Cristina Kirchner había sido apartada de las negociaciones por decisión de Alberto Fernández, quien la responsabiliza por el desgaste permamente al que el kirchnerismo sometió a su ahora ex ministro de Economía.
En ese marco, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, asumió un rol preponderante en el diseño del nuevo organigrama del Gobierno.
Sin embargo, pasadas las 20:00 se confirmó que el presidente había accedido a hablar con la vicepresidenta, luego de que lo convencieran de que el nuevo ministro de Economía que fuera a designar necesitaría inexorablemente del apoyo politico del principal socio de la coalición gobernante, el kirchnerismo, para que no se repita la historia de Guzmán, quien terminó debilitado políticamente y reducido en su capacidad de maniobra.
«El Ministerio de Economía nace muerto si no tiene el aval de Cristina Kirchner«, habían señalado fuentes del oficialismo a NA antes de que el nombre de Batakis fuera señalada como nueva ministra.
Massa había sido el primero en llegar a la quinta de Olivos, antes de las 11 de la mañana, para conversar a solas con el jefe de Estado y evaluar las opciones para cubrir la vacante que dejó la renuncia de Guzmán.
Fueron casi tres horas de charla, en una mesa a la que más tarde se sumaron el canciller Santiago Cafiero, la portavoz presidencial Gabriel Cerruti, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el secretario de Asuntos Estratégicos de Presidencia de la Nación, Gustavo Béliz.
Después llegaron a la Quinta de Olivos la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el vicejefe de Asesores de la presidencia, Julián Leunda; el Secretario de Comunicación y Prensa, Juan Ross, y su subsecretario, Marcelo Martín.
El «albertismo» en pleno en un cónclave a puertas cerradas para definir una decisión que marcará el destino del Gobierno en el año y medio de gestión que tiene por delante, y que tendrá repercusión directa en el comportamiento de los mercados a partir de mañana mismo.