El radicalismo local dio a luz un documento para salir al paso de las versiones que hablan de una maniobra para apropiarse del poder detrás de la figura de Carlos Arroyo y su falta de estructura.
Recordando los albores de la incipiente alianza Cambiemos, los radicales juran lealtad al proyecto pero aclaran que de ninguna manera se trata de un cheque en blanco.
Sostienen que «En General Pueyrredón, en las PASO de CAMBIEMOS se impuso una coalición de fuerzas encabezada por el Dr. Carlos Fernando Arroyo. El radicalismo acepto las reglas de juego prefijadas y es respetuoso de los acuerdos alcanzados. Sin embargo, nuestro acompañamiento no es un cheque en blanco al portador, sino que es responsable y propositivo.
Le recuerdan también a los integrantes del posible futuro gobierno que las decisiones deberán ser tomadas en conjunto –en base a principios del acuerdo firmado y a la escala de valores de la UCR– ya que «el día 28 de septiembre la UCR de Mar del Plata – Batan, junto con el resto de las fuerzas que integran CAMBIEMOS firmó un Acuerdo Programático que no solo menciona cuales resultan ser los desafíos de la próxima gestión sino que también plantea un cambio que debe sustentarse en valores que sean una guía ante la toma decisiones. La transparencia, la austeridad y la eficiencia son preceptos incorporados en el ser radical que aquí no hemos dejado de lado«.
«Que nadie dude que este radicalismo esta dispuesto a poner el hombro para recuperar una ciudad que resulta ser la mas insegura de la provincia, la mas desempleada del país, con escuelas destruidas y salas de salud cerradas, que tiene el déficit presupuestario mas alto de la historia y que no llega con los servicios esenciales a los lugares mas postergados de Mar del Plata y Batan», termina afirmando el documento que sin embargo, y hasta elípticamente, parece poner límites muy claros a los márgenes de acción en solitario que podría pretender el candidato del sector.
En los últimos días crecieron las versiones que indicaban que el radicalismo lugareño, que no ha podido recuperar el apoyo popular tras sus últimas y cuestionadas gestiones, se proponía adueñarse de los resortes de poder de una eventual administración arroyista para de esa manera retornar por un desvío del camino a la administración de la ciudad.
El documento demuestra que recibió el golpe, recogió el guante…pero no alcanzó para despejar las crecientes dudas.