Redacción – El 60,4% de la población percibió algún ingreso promedio de $ 52.553, lo que para el gobierno es una mejora en la distribución social.
Si no fuese grotesco pasaría por un chiste; si no resaltara por su dramatismo podría entenderse como un error de cálculo…
Pero si no supiésemos que es parte de la perversidad de nuestra casta política deberíamos concluir que somos nosotros, con nuestra indiferencia general y mansedumbre rayana en la esclavitud, los que permitimos que quienes gobiernan se burlen en nuestras narices a sabiendas de que nunca recibirán su merecido por tal actitud.
El 60,4% de la población argentina percibió algún tipo de ingreso durante el cuarto trimestre del año pasado, con un monto promedio de $ 52.553 mensuales, informó esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Y aunque al lector pueda parecerle mentira, el Instituto considera que la noticia marca un mejoramiento en la distribución de la renta pública.
Aunque el 40% de los argentinos no hayan recibido ni un solo peso y los que lograron el promedio de marras hayan quedado muy lejos de una canasta familiar que, al cierre del año pasado y por lo tanto sin sumarle la inflación del primer trimestre del actual, ya estaba en $76.146,13.
Analizado por escala individual, el ingreso promedio del estrato más bajo (deciles 1 al 4) fue de $ 19.667; en el estrato medio (deciles del 5 al 8) de $ 50.622; y el del estrato alto (deciles 9 y 10) de $122.191.
Los números, que hablan por si solos de una población que en más de un 80% de sus miembros tiene serias dificultades, o imposibilidades, de cubrir sus gastos elementales, sirven también para marcar el desencuentro que los gobernantes tienen con la realidad y ayudan a entender el rechazo masivo de la población hacia la gestión del gobierno sí como el escepticismo frente a otras alternativas, reiteradas o nacientes.
El tiempo y la paciencia se acaban y la pobreza, que llegó para quedarse, es ahora tomada como un éxito por la clase dirigente,
Cuidado…en serio, mucho cuidado, alguien juega con cañitas voladoras justo al lado del polvorín…