¿Es campaña sucia querer saber de que se trata?

Escribe Adrián Freijo – Una semana difícil para el candidato de Cambiemos. A su ausencia en el recinto sumó la suspensión de otras actividades. Y todos nos preguntamos que pasa.

La publicación en nuestra página de dos notas que fueron replicadas por el diario La Capital de Mar del Plata tuvieron una rápida respuesta desde los campamentos del candidato Carlos Arroyo.

No habían transcurrido más que unas pocas horas desde que se conocieron cuando sus colaboradores se comunicaron con quien esto escribe para invitarlo a concurrir a la sede partidaria y tomar contacto con los equipos técnicos y sus ideas.

Esa invitación nunca se concretó…

El jueves se llevó adelante la habitual reunión del Concejo, en la que la presencia de Arroyo hubiese sido más que interesante. Se trataban temas como la prolongación del contrato para la recolección de residuos -el principal contrato del municipio, tantas veces criticado por el mismo Arroyo-, la gratuidad del boleto universitario y la aprobación de la  compra del edificio para sede de la policía municipal, todo un procedimiento descalificado por el candidato en cuanta ocasión pudo hacerlo y que significó de su parte la velada amenaza de volver todo atrás.

Era una ocasión perfecta para escuchar de su propia boca cual es la idea que tiene con respecto a estos temas, todos centrales de la vida comunitaria. Sin embargo prefirió tomar una licencia con el argumento de no prestarse a «una campaña sucia» en su contra, que fue la justificación que diera su compañero de bancada José Cano.

Esa necesaria presencia nunca se concretó…

El viernes a las 11.00 hs Arroyo tenía prevista una reunión con empresarios en la sede del laboratorio Pharmamerican SRL en instalaciones del Parque Industrial para explicar sus proyectos sobre el desarrollo del área.

Apenas unas horas antes del encuentro, los organizadores anunciaron que se suspendía, por medio de una mail que afirmaba que «por inconvenientes de último momento, referidos a su actual función como concejal, el Dr. Carlos Arroyo se ve imposibilitado de concurrir a la reunión convocada para el día de hoy» (sic). ¿No era que estaba de licencia?.

Esa visita programada para explicar proyectos nunca se concretó…

Tres casos, uno individual,otro colectivo y de representación popular y otro sectorial. Tres ocasiones en las que era importante escuchar la voz de quien pretende gobernar la ciudad y que con argumentos poco sólidos, silencios y alguna mentirilla tuvieron un idéntico corolario: la ausencia de Carlos Arroyo.

Nosotros vamos a hacernos cargo del primero de los hechoa -el individual- ya que aún estamos a la espera de conocer «los equipos locales y nacionales» (sic) a los que podríamos preguntar  sobre todas nuestras dudas.

Y como ya comenzamos a dudar de su existencia y el tiempo pasa y la ciudad tiene derecho a saber que piensa hacer quien se postula como su intendente y al parecer con muchas posibilidades, nos limitaremos a hacer acá,públicamente, las preguntas que teníamos pensadas para quien y/o quienes prefieren jugar al misterio.

1- ¿Cuál es la política que tiene prevista Carlos Arroyo para cumplir con la promesa de convertir al puerto en el eje del crecimiento de Mar del Plata?; ¿cómo va a resolver la infraestructura, el costo del combustible, la precariedad laboral, la falta de competitividad del dólar y las dificultades para la liquidación de divisas?. Es claro que sin resolver estas cuestiones, que dificilmente estén al alcance de una gestión municipal, su promesa base no deja de ser una expresión de buenos deseos sin andamiento alguno. ¿O hay algo que no sepamos que ya haya acordado con los tres posibles candidatos ganadores de las presidenciales de octubre?.

2-¿Qué idea concreta tiene con respecto al funcionamiento de la Policía Local y que medidas piensa tomar al respecto?, ¿quienes tarán al frente de la misma?, ¿cual va a ser el perfil que quiere y puede darle?.

3-¿Cuál es su posición frente a la creciente marginalidad, la venta ilegal callejera y la ocupación de los espacios públicos?. ¿Todo va a seguir siendo igual o habrá algún cambio?.

4- ¿Como va a reorientarse la aplicación del presupuesto comunal?, ¿cuál va a ser su política en materia de empleo público?, ¿cuáles son las áreas que se propone eliminar como forma de generar un ahorro genuino?, ¿cuál va a ser el monto de ese ahorro?, ¿en qué tiempo se llevará a cabo la transformación?.

5- ¿Cómo piensa manejar la cuestión de la recolección de residuos?, ¿se mantendrá el actual contrato?, ¿se aumentarán las obligaciones?, ¿se buscará un cambio de jurisdicción de privada a pública?.

6- ¿Qué pasará concretamente con el traslado del palacio comunal a su nueva sede?, ¿qué pasará con el edificio en construcción?, ¿y con la sede la policía local?, ¿y con los polideportivos por concluir?.

7- ¿Con que fondos va a encarar su promesa de construir una Avenida de Circunvalación para que por ella se desvíe todo el tránsito pesado?. ¿En cuánto tiempo se pondrá en marcha el proyecto?.

8- ¿Qué piensa hacer con el Código de Publicidad, con las habilitaciones de obras privadas, con la simplificación de trámites municipales, con el final de la obligatoriedad de intermediaciones caras y ociosas para llevarlas adelante?. ¿Cuales son los objetivos en materia de reforma administrativa para los primeros cuatro años de gestión?.

9- ¿Qué quedará del Plan Estratégico Mar del Plata 3030?, ¿cuál es el proyecto real de Hospital Municipal que propone?, ¿cuál será la política de Transporte y Tránsito, no solo en lo que hace al transporte urbano de pasajeros sino al reordenamiento del tránsito?. ¿Será restrictiva o represiva?.

10- ¿A qué se refiere concretamente cuando habla de «cambiar las costumbres y el tono de la ciudad»?. ¿Cree posible volver a «la Mar del Plata que conocí de chico (sic)» con el triple de población, el cambio de las costumbres, la desaparición del perfil social que existía entonces, el advenimiento de la tecnología, los cambios en la comercialización, el crecimiento del área urbana, la interelación diferente existente a partir de internet, las dramáticas variaciones de la vida parental y las nulas atribuciones de un intendente para modificar la mayoría de estas cosas?. ¿Cómo va a hacerlo?, y sobre todo ¿qué es lo que va a hacer al respecto?.

Son todas preguntas concretas que requieren respuestas concretas. Y que de ninguna manera no pueden estar aún sin resolver si quien de estos temas tiene que hablarnos pretende algo tan importante como gobernar la cuarta ciudad del país dentro de apenas 100 días.

Esperamos ansiosamente las respuestas; somos marplatenses y todo lo que sobre la ciudad se decida nos afecta en forma directa.

Y por eso apoyaremos a todo aquel que presente un proyecto serio, pensado y equilibrado en el marco de las reales posibilidades.

Nunca a un aventurero que se crea el providencial custodio de la moral pública, opte por no dar explicaciones y se contente con describir una ciudad ideal sin tener ideas, colaboradores y reales posibilidades de llevarla adelante.

Ojalá esta vez no haya pretextos, campañas u ocupaciones que nos impidan saber…lo que necesitamos saber.