Maria Eugenia Talerico, ahora es vicepresidente de la UIF y desde el organismo deberá investigar maniobras de lavado de dinero realizadas por sus clientes. Un caso de gravedad institucional.
Son al menos tres las causas que ponen al HSBC ante la Corte Suprema, por las irregularidades detectadas por el organismo de control, la Unidad de Información Financiera (UIF), sobre lavado de dinero y fuga de capitales.
María Eugenia Talerico fue la abogada designada por Mauricio Macri y Germán Garavano para ocupar la vicepresidencia de la UIF, el organismo que investiga y controla a los bancos. La letrada es la misma que defendió los intereses de la entidad bancaria internacional: por lo tanto, si asume en ese cargo, estaría a ambos lados del mostrador, en el tratamiento de causas vinculadas al banco extranjero.
[Tweet «Sospechoso: toda la conducción de la UIF está relacionada con el HSBC»]
Talerico planteó la inconstitucionalidad de artículos claves de la norma que pena el encubrimiento y el lavado de activos (25.246) junto a otro representante del estudio Marteau, Mariano Federici, designado por Macri como presidente de la UIF, y a Celeste Plee, otra de las incorporaciones de la oficina que investigaba irregularidades financieras.
Los currículos de Talerico y Federici fueron publicados en el Boletín Oficial (BO) el 16 de diciembre, y la audiencia pública para evaluar sus antecedentes será el próximo 18 de enero.
Sabiendo que en esa instancia los cuestionamientos serán fuertes y fundados, el ministro de Justicia aceptará las designaciones y el Presidente emitirá sendos DNU para confirmarlas.
Lo que se omitió en el Boletín Oficial y en sus pliegos, es su accionar como empleados de los mismos bancos y empresas acusados de lavado de activos, que ahora como integrantes de la UIF deberían investigar.
Con los argumentos presentados como defensores del HSBC, se supone que cuando sean querellantes no defenderán al estado ni los intereses de los argentinos, sino todo lo contrario.
Talerico está actuando en al menos tres causas, actualmente en queja ante la Corte, en representación del HSBC, y en el expediente aparece su firma.
Desde lo jurídico se plantea una grave incompatibilidad, desde lo moral se justifica un fuerte cuestionamiento y desde lo político es una señal que no puede menos que preocupar.
La más elemental razón aconseja dar marcha atrás con las designaciones.