Lázaro Báez se siente abandonado y amenaza a Cristina con hablar

El empresario K no quiere hacerse cargo de las deudas de su empresa y le exige a la ex presidente y a Alicia Kirchner que pongan la plata para pagar deudas que llegan a los $ 25 millones.

Ya no se trata de transportar bolsos llenos de euros para «pesarlos» en casa ni de levantar el teléfono para que Néstor y Cristina mandaran dineros públicos a la medida de sus necesidades. Ahora Lázaro Báez se encuentra solo, denuncia que «ni el teléfono me atienden» y le manda mensajes a Cristina y a Alicia Kirchner: «si no me dan el dinero para pagar las deudas les convierto la calle en un infierno».

Vive jaqueado por sus trabajadores -a quienes adeuda sueldos y aguinaldos- y por sus proveedores y bancos que desde el 10 de diciembre lo han convertido en un paria al que hay que escapar. Nadie quiere hacerse cargo de sus deudas…y menos de sus miedos y conflictos.

La estrategia de Lázaro Báez, es bastante pobre ante los trabajadores de las empresas que posee. El empresario K pretende correr el eje de la responsabilidad por la falta de pago de haberes y se victimiza, pretendiendo que crean que es un pobre hombre que fracasó comercialmente porque lo han arrastrado de manera irremediable, quienes lo habían apoyado hasta hoy, ergo: el kirchnerismo.

Esta mañana volvieron a fracasar las negociaciones entre los trabajadores de la construcción y Austral Construcciones y Kank y Costilla, empresas de Lázaro y Martín Báez. En síntesis les deben dos quincenas, el aguinaldo y las horas extras a 1.800 trabajadores, lo cual ha generado una conflicto de magnitud provincial y  los obreros procedieron al corte total de la autovía de acceso a Río Gallegos, sobre la Ruta Nacional Nº 3 y estarían haciendo lo propio en Caleta Olivia.

Ayer se hizo presente en el lugar el  diputado Sergio Bucci (UCR) quien junto con Gerardo Terraz, su par legislador, llegó a Río Gallegos para intentar una mediación con los obreros de la construcción que están “abandonados a su suerte en Caleta Olivia”, dijo el legislador, refiriéndose a los trabajadores que construían el camino de circunvalación de esa ciudad y la autovía.

La obra hace 10 años que se comenzó y sigue sin estar terminada en un 40% aproximadamente, remarcaron las fuentes de la empresa.

Bucci contó lo que vivió ayer en Río Gallegos diciendo que  “nosotros llegamos para mantener una reunión con unos 10 obreros de Austral y de pronto vimos llegar a Lázaro Báez, lo que en un primer momento me sorprendió, porque hasta donde sabemos jamás se mezcló con los trabajadores para discutir un tema laboral”.

“Esto muestra el ocaso de Báez”, dijo Bucci y agregó “ nos dijo que le soltaron la mano, ya no le atienden el teléfono y que su caída libre empezó cuando en el 2013, desde la prensa, le hicieron denuncias de lavado de dinero con su empresa Austral Construcciones”.

Según el legislador Báez  “nos dijo que él no tiene espaldas para aguantar esta deuda, entonces yo pienso que Báez miente, porque puede vender algunas de sus estancias y ahí repone la plata”.

Es claro que Lázaro Báez busca la quiebra de Austral Construcciones, como maniobra para desligarse de un gran problema que lo pone en el ojo de la tormenta, pero la situación se ha tornado tan compleja que el ex bancario no logra contener los reclamos. Por otra parte las intenciones de vender empresas de  su grupo fracasaron repetidamente, dado que sus empresas no valen nada, si no están regadas por los dineros públicos.

En Santa Cruz los detractores del empresario de los Kirchner sostienen que no es raro que Báez tenga hoy 24 o 25 estancias «es la plata que le falta a la provincia y al país».

Su teoría de que le soltaron la mano, proviene de la actitud que tuvieron Cristina y De Vido, ya que el 2 de diciembre, cuando aún estaban en el poder, desde Vialidad Nacional le llegó una notificación a Austral Construcciones SA diciéndole que no le serían liquidadas las certificaciones pendientes.

Un ex contador de la empresa insignia de Báez fue más allá y remarcó “lo que intenta Báez es que otro se haga cargo del problema y amenaza a Alicia y a Cristina que si no lo ayudan, les va a convulsionar la calle».

Un final habitual cuando las mafias hacen negocio y en las malas nadie quiere hacerse cargo de sus responsabilidades. Un clásico de la Argentina de los Kirchner que tal vez termine en un escándalo que permita acercarnos a la verdad.

Porque lo que es cierto es que ni Cristina, ni Máximo y aparentemente tampoco Báez quieren hacerse cargo de una deuda que supera los $ 25 millones.

Esos que antes poníamos todos los argentinos…

Fuente: OPI Santa Cruz