LIBRE EXPRESIÓN lo adelantó: se viene la flexibilización laboral

El Gobierno piensa aplicar viejas recetas en un cierre de año complicado en lo social. Se viene la flexibilización que LIBRE EXPRESIÓN adelantó desde Brasil en agosto.

Allá por el mes de agosto, durante nuestra estadía en Río de Janeiro para cubrir los Juegos Río 2016, tuvimos ocasión de almorzar con el Ministro de Industria de brasil quien nos contó que algunos días antes había estado en Argentina dando los últimos toques a un proyecto común de flexibilización laboral que estaba negociando con su par del gabinete de Mauricio Macri (Ver: Brasil se corta solo y empuja a Macri a la flexibilización laboral ). No nos equivocábamos y poco pasó para que la cuestión saliera a superfivie.

La reformulación de convenios laborales, que incluya baja de montos indemnizatorios, son ideas que entran en el paquete Macri 2017. Comienzan a envalentonarse los duros del ajuste. En el medio, las palabras del titular del Banco Nación, Carlos Melconián, advirtiendo que no deben pasarse de rosca con el endeudamiento externo.

Su palabra fueron conciliatorias hacia un Lavagna que venía recibiendo palo y palo tras sus declaraciones durísimas de la marcha del plan económico. El último ministro de Economía fuerte que tuvo la Argentina, abrió la grieta entre duros y blandos en el gabinete nacional.

Los empresarios ya no quieren escuchar la verdad de la herencia sino el norte de las soluciones. En palabras de Emilio Monzó: ponerle un coto al marketing.

¿Podrá Macri esperar octubre próximo para ganar y hacer los cambios o los cambios llaman antes por la falta de brotes verdes?

Macri dio la orden a su equipo de trabajar junto a los gremios para replantear los convenios laborales de los principales sectores que mueven la economía. Quiere comenzar por el sector petrolero.

El sector tiene salarios altos para los bajo niveles de actividad, gran cantidad de horas de ausentismos y otras ventajas deficitarias hacia el repunte del mercado, según la visión empresaria.

Por inclinación ideológica o default, el péndulo marcha a un escenario similar al de los 90. La pregunta es: ¿estarán abiertos los sindicatos peronistas a bajar banderas como lo hicieron con Menem so pretexto de la apertura a los mercados?

Da la impresión que las miradas de quienes comandan actualmente la CGT no tendrían voluntad de cambios tan radicales ni estarías dispuestos a resignar derechos laborales adquiridos.

Pero lo que LIBRE EXPRESIÓN adelantó -y nadie quiso ver en ese momento- es que la decisión ya está tomada hace tiempo y que supone una política común con el principal socio argentino en la región, de cuya economía depende en mucho el crecimiento de nuestro país.

Macri creyó poder retrasar el momento en base a un crecimiento del consumo -con el consiguiente buen humor de la población- pero los números indican que el gradualismo lo llevó por el camino opuesto.

Ahora, sin tiempo y cada vez con menos margen de maniobra, deberá demostrar que tiene la fuerza suficiente para avanzar en la cuestión.

Y ello genera un mar de dudas…