Lilita: Ahora contra Macri, mañana ¿contra quien? y ¿hasta cuándo?

Redacción¿Se puede pretender ser fiscal de la república cuando se construye una carrera en base a errores que tienen tufillo de oportunismo?. La larga lista de «desencantos» de alguien que nada aporta.

Una larga lista que incluye a Alfonsín, a De la Rúa, a Pino Solanas, a Hermes Binner y hasta a la misma Cristina con la que supo compartir una alianza más que sólida en el Senado hacen de la trayectoria de Elisa Carrió una inestable cantidad de amores-odios que ya ponen en tela de juicio no solo su credibilidad sino sus intenciones. ¿Qué se puede pretender de quien salta siempre del barco cuando las cosas se ponen difíciles?.

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Ahora es Mauricio Macri quien cae en las fauces de esta consuetudinaria denunciante que sin embargo sigue negándose a aclarar su participación en los duros años de la dictadura en un Chaco que de la mano del gobernador militar Antonio Serrano quien en 1979, mediante un decreto provincial, la hizo ingresar a la Fiscalía de Estado chaqueña. Si bien la dirigente de la Coalisión Cívica ha sido víctima de muchas maniobras al respecto -que incluyeron el amañado de fotos en las que aparecía festiva junto al interventor- siempre se ha negado a aclarar como llegó a ganarse la confianza del gobierno militar y cual fue su intervención en los muchos casos denunciados de violaciones a los derechos humanos en la provincia.

“Mauricio Macri me dijo ‘tu única función es denunciar; es para lo único que servís’. Le corté el teléfono y después le dije que no le iba a hablar nunca más. Y así va a ser”.

“Yo lo defendí y soporté lo que me costó hacer la alianza con él, pero hay lugares de los que no se vuelve: hay que tener respeto”.

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Carrió también se refirió a la posible designación de Daniel Rafecas como Procurador, a la situación judicial de Cristina Kirchner, al fallo de la Corte y no se privó de criticar a otros referentes de Juntos por el Cambio, como Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio.

“Hay muchos indecentes en Juntos por el Cambio”, aseguró Carrió. Y puso como ejemplo al ex ministro del Interior de Macri: “Rogelio Frigerio nos entregó en la elección apoyando a los candidatos del PJ y no a los nuestros”, acusó.

Una nueva vuelta de tuerca en la larga historia de una mujer que desde hace treinta años viene «equivocándose» de aliados y pretendiendo que los argentinos crean honestos a quienes ella señala como tales y pase a señalarlos como corruptos cuando a Lilita se le acaba ese amor...y va por otro.

Vaivenes sentimentales que no dejarían de ser extravagantes si no fuese que lo que está en juego es la república y la credibilidad de una clase política a la que se descalifica desde la corrupción y el fracaso pero también desde el error permanente a la hora de juzgar quien merece ser cercano y a quien hay que condenar a las llamas del infierno.

Sin pedir jamás disculpas o simplemente tener la humildad de decirle al ciudadanos «miren que siempre me equivoco…no tomen como cierto lo que ahora digo».

¿Hasta cuándo, Lilita?…¿hasta cuándo?.

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