Mar del Plata utilizó su bandera previniendo tormentas eléctricas. En una tarde tormentosa, en la que el granizo se dió por invitado, la gente abandonó rauda la playa.
No estaba en los pronósticos de nadie, ni siquiera de quienes se suponen son expertos en el tema.
El cielo encapotado, las altas temperaturas y una incipiente tormenta eléctrica dieron paso a una tan intensa como corta precipitación a la que siguió una caída de granizo de regular tamaño. Por un instante los marplatenses temieron que se repitiese aquella tarde en la que medio parque automotor de la ciudad quedó seriamente deteriorado. Pero no pasó esta vez de un susto.
Mientras tanto en los balnearios, de acuerdo a las nuevas reglas vigentes, ondeó la banderola que anuncia la presencia de tormentas electromagnéticas y ordena la inmediata evacuación de la ribera del mar.
Pero no hizo falta, la gente ya había huído despavorida.
