Los cuidacoches en el centro de una absurda polémica

El oficialismo local pretende un registro y que los autorizados no tengan antecedentes penales. Desde el FPV afirman que ello «es estigmatizante» y quieren afiliarlos a la CTEP.

Ante las declaraciones públicas y propuesta de reforma de una ordenanza que se expide sobre la actividad de las personas que Cuidan Vehículos en la vía pública propiciadas por una edil del Oficialismo, Roberto «Tata» Gandolfi, concejal del Frente de Todos, y referente del Movimiento Evita en la UTEP anticipó diferencias y advirtió el sesgo discriminador del proyecto.

Gandolfi, referente del Movimiento Evita y de la recientemente creada Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP: la transformación de la CTEP en entidad gremial) explicó el encuadramiento de esta actividad: «Para nosotros y nosotras, quienes ofician como cuidacoches son trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular. Se inventan el trabajo digno cuando el trabajo formal escasea. Hoy el sistema descarta cada vez más argentinos y argentinas. La UTEP es el sindicato que pretende agremiarlos. De hecho eso ya está ocurriendo y hay una rama de cuidacoches. Sería muy interesante que antes de plantear un cambio en una ordenanza se consulte al sindicato y su rama y fundamentalmente a aquellos que se ven directamente afectados con la medida».

Hay un punto polémico en el proyecto presentado por el interbloque oficialista, que consta en la confección de un registro, y la solicitud de antecedentes penales. Gandolfi, quien también es abogado, señaló: «Un registro que de entrada solicite antecedentes penales es estigmatizate de un grupo de trabajadores. Además de inconstitucional si por eso se les prohibiera ejercer una actividad. Paralelamente, cabría preguntarse si esta solicitud es prerrequisito establecido por ordenanza para obtener autorización de ejercer actividades económicas en el distrito y de no ser así por qué establecerlo para este actividad en particular. »

El Estado tiene que intervenir con regulación apropiada, pero no para vulnerar derechos, sino por el contrario, para garantizar los. «Quien se genera su propio trabajo es tan trabajador o trabajadora como quien lo hace desde la economía formal, no obstante parte de una desigualdad básica: no goza de derechos laborales. Hablamos de compatriotas que deben trabajar a destajo y en condiciones muchas veces adversas para llevar un plato de comida a su familia. Hasta hace muy poco no contaban siquiera con espacios de representación gremial y parten de la conculcación más básica de sus derechos: son los y las que no cuentan con límite horario en su jornada laboral, quienes no tienen licencia por enfermedad, quienes no tienen vacaciones, quienes no perciben salario, quienes no tienen licencia por maternidad, quienes no pueden discutir sus ingresos en paritarias» señala Gandolfi. Precisamente esta es la concepción que interesa destacar para concebir cabalmente a la economía popular.

Está claro que el Concejo Deliberante puede y debe aportar en este tema. Las diferencias, que se trabajarán en comisiones y en sesión plenaria, tendrán que encontrar el abordaje apropiado. Al respecto, el concejal del Movimiento Evita expresó: «Entendemos que el Concejo debe propugnar por la igualdad de oportunidades y prestar particular atención por la promoción de los sectores más vulnerables: Sería bueno pensar en cómo promover en general el trabajo de aquellos más vulnerables y no alarmarlos. Al Concejo me han venido a ver cuidacoches con sus familias para saber de qué se trataba. Desde allí es que nos preguntamos el sentido o la intencionalidad de alguna de los requisitos planteados por la normativa propuesta».