Redacción – El líder de la coalición Vamos con Vos cometió un grave error de evaluación que terminó dinamitando las posibilidades de la fuerza local. ¿Para qué ocultar a su principal aliado?.
El propio Florencio Randazzo reconoció que el dirigente de más peso que había logrado acercar a su proyecto era el dos veces intendente de General Pueyrredón Gustavo Pulti. La presencia del fundador de Acción Marplatense abría la posibilidad de arrimar a su alianza una importante cantidad de votos que, en la suma total de la provincia, podían arrimarlo a los números necesarios para lograr una buena representación en la Cámara de Diputados de la Nación.
Pero para ello era necesario que los votantes de Mar del Plata y Batán -aquellos que en un porcentaje nada despreciable continuaron hasta 2019 apoyando la figura del ex jefe comunal- tuviesen en claro que votando Vamos con Vos lo hacían por Pulti. Algo que iba más allá de la discusión acerca de si debió tomar la opción por una diputación nacional o encabezar la lista de candidatos a concejales y así asegurar un bloque de al menos cuatro ediles que se hubiesen convertido en el equilibrio del cuerpo legislativo lugareño.
Pero en vez de mostrarlo…Randazzo lo escondió.
¿Porqué la boleta que el ex ministro del gobierno kirchnerista encabezaba no incorporó la foto de su aliado local?, ¿qué mejor forma de evitar que muchísimos electores se quejaran de que «no hay boletas de Pulti en las mesas» sería que hubiesen podido visibilizar a quien querían apoyar?. Por lo que se sabe a estas horas esa localización pudo representar varios puntos en el porcentaje final.
En muchos lugares del país las papeletas llevaban tres y más personas en algunos de sus tramos. Sin ir más lejos la ganadora en la interna de Juntos, la encabezada por Diego Santilli, tenía su imagen, la de Graciela Ocaña y la de Juan Manuel López.
Las alianzas suponen la unión de diferentes fuerzas y es un rasgo de inteligencia mínima visibilizar lo más posible a quien lidera cada una de ellas. Randazzo no lo vio o, quizás empujado por algún rasgo de narcisismo que quienes lo conocen le reconocen, no lo quiso ver.
Así el votante de Pulti debió llevar una lupa para encontrar en la mesa del comicio a quien quería votar. porque pese a que éste insista en el deseo, loable por cierto, de despersonalizar a su partido, la historia reciente indica que Acción Marplatense sigue siendo una fuerza construida alrededor de su persona y, por aquello de «la única verdad es la realidad», queda claro que aún no ha llegado el tiempo de dejar atrás ese liderazgo e ir por la institucionalización del partido de la ciudad. Algo que resultará imposible si termina por extinguirse…
Un error inexplicable con consecuencias ciertamente explicables. Y que tal vez pueda subsanarse con la oficialización de una nueva boleta que permita que a quien puede traccionar votos en el distrito se le vea, al menos la cara.
No hay caso…quienes presumen de ver con claridad el futuro muchas veces no son capaces de hacerlo más allá de su propia nariz. O de su ego…
