La incomprensible presentación de los cambios en Ganancias aceleró una unidad en la que Moyano, hasta ayer alineado con el gobierno, deberá ceder protagonismo a Caló y los suyos. Error.
Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo sacudieron la modorra del jueves con una inesperada cumbre de alto impacto. Se reunieron este mediodía en la sede de la CGT de Azopardo con legisladores de extracción sindical y armaron un Observatorio en el Congreso, que seguirá los proyectos vinculados al mundo del trabajo, con especial énfasis en los cambios al impuesto a las ganancias, que Macri pateó para el año entrante.
En los hechos, funcionará como un virtual interbloque en cada Cámara, para presionar tanto al Gobierno como a las distintas bancadas para que empujen los temas laborales.
En la reunión de hoy la convocatoria fue importante. Hubo representantes de todos los sectores y fuerzas políticas: los diputados Graciela Camaño, Facundo Moyano y Héctor Daer (Frente Renovador), el chubutense Jorge Taboada (con monobloque ligado a Moyano), Francisco Furlán (Frente para la Victoria) y el senador Guillermo Pereyra (Movimiento Popular Neuquino), entre otros.
Fuentes de la CGT confirmaron que esperan sumar a los diputados Oscar Romero (metalúrgico y jefe del bloque peronista), el canillita Omar Plaini (moyanista, cercano a Scioli) y Claudia Rucci, ligada a Gerónimo Venegas, el sindicalista más identificado con Macri. Los organizadores admitían que nunca la invitaron.
“Este es un momento histórico, porque se terminó la escribanía en el Congreso. Ahora podemos cambiar las cosas”, arengó Camaño. Sergio Massa fue el más crítico de los cambios en Ganancias anunciados por Macri, que en la letra fina gravó a más trabajadores que los que excluyó.
Y propuso llevar el mínimo imponible a 60 mil pesos, un paso previo a eliminar definitivamente el impuesto para los trabajadores.
Pero el flamante observatorio ya apuntó cerca de 60 proyectos presentados con cambios al mínimo y a las escalas, que Macri se negó a modificar hasta 2017, un engaño a los jefes sindicales.
“Fue un grave error y una decepción”, reiteró Antonio Caló, antes de ingresar a la CGT. «Se está transitando el camino de unidad de la CGT», se esperanzó.
Moyano dio la bienvenida a la sede que ocupa desde hace 11 años, pero en los últimos 4 lo tuvo casi en soledad. Y confió en poder cambiar muchas cosas con el trabajo mancomunado de legisladores.
Una curiosidad: en los últimos años quien más trabajó en reformas laborales fue Héctor Recalde, ex abogado de la CGT y ahora jefe del bloque FpV. “No podemos invitarlo: lidera el bloque que fue levantamanos de Cristina”, dijo el camionero Taboada.
