«A cada insulto una sonrisa», dice uno de los slogans de Cambiemos en Mar del Plata. Y ayer fueron agraviados por las inadaptadas que atacaron su local. La respuesta no se hizo esperar.
Entre las muchas locuras que la ciudad vivió en una noche que seguramente no quedará en el olvido, el ataque al local de Cambiemos en la esquina de Belgrano e Hipólito Yrigoyen parece ir un poco más allá de la desmesura de género.
Pero hoy temprano, sin entrar en debates contraproducentes o tratar de utilizar el ataque en beneficio propio, la juventud de ese espacio puso manos a la obra y se dedicó a recomponer lo destruido.
Un verdadero ejemplo y todo un mensaje hacia la comunidad y su dirigencia. Nuestra solidaridad con las autoridades de Cambiemos y nuestra felicitación a sus esforzados militantes que eligen el trabajo por sobre la violencia.
Quien quiera oír…que oiga.