Luis «Bobo» Prieto: una muerte que enluta al rugby marplatense

Por José Luis Ponsico (*)Hace unos días el rugby local vivió una triste noticia: a los 80 años falleció Luis «Bobo» Prieto, iniciado en el Club Pucará, zona sur conurbano bonaerense.

 

José Luis Ponsico

Hace unos días el rugby local vivió una triste noticia: a los 80 años falleció Luis «Bobo» Prieto, gloria del rugby de Mar del Plata, iniciado en el Club Pucará, zona sur conurbano bonaerense. Radicado en «La Feliz» a fines de los´50, edad adolescente. Integrante del seleccionado que ganó el Campeonato Argentino del ´61. Jugador talentoso, reconocido por sus pares.

Aquella final con Rosario, en CASI. San Isidro Club ante 4.000 personas. Algo más de 400 simpatizantes de la «Ciudad Feliz», hallazgo publicitario del periodista, costumbrista, Enrique De Thomas, bautizado «Wing» verano del´ 60 ante una propuesta del gobierno comunal, con origen Socialista, tiempos de Teodoro Bronzini y Jorge Raúl Lombardo, Intendente histórico y sucesor.

Los 400 hinchas que viajaron especialmente no olvidaron a Prieto, de 1.77, uno 75 kilos, joven,  apenas 19, quizá el más liviano, pero enorme talento. Virtual armador de juego hace seis décadas. consagró junto a la leyenda Arturo Ferrari,  rugby de Mar del Plata. El recuerdo remite al célebre «Cascote» Olivera y al «Ladrillero» Silviano Vial, fallecidos los tres, entre otros.

Prieto nacido en la Capital Federal, años´40, vivió en Palermo. Siendo estudiante secundario viajaba dos horas de ida y otras de vuelta, para entrenar en el club Pucará, Burzaco, zona sur del Gran Buenos Aires. Partido de Almirante Brown. La herencia de la ovalada llegó desde Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Un grupo viajó al sur. Entre otros, Luis Prieto, jovencito.

El que escribe no tiene historia en el rugby. Sí, muchos amigos del juego. Algunos con valores históricos. En junio del 68, invitado por ellos presenció un partido del seleccionado marplatense enfrentando a San Fernando, zona norte gran Buenos Aires,  con un integrante de «Los Pumas´65»: «Pato» Luis García Yañez, famoso remero, luego médico. Fallecido hace doce años. Una gloria.

Prieto, unas de las figuras, encabezó un contrataque inolvidable para el cronista. Llevó la guinda veinte metros, seguido por una «jauría» de rivales, ante el clamor de una tribuna popular, en Camet, repleta. Mucha rama femenina, una concurrencia en una gala del rugby local. Prieto amagó darle la pelota a su derecha a un compañero y dejó solo a otro con pase hacia su izquierda.

Al cabo, el cronista deportivo -sin demasiada pasión por la ovalada- dejó un comentario a sus amigos, todos muy aficionados al  juego que llevó al rugby argentino al primer plano mundial en Sudáfrica en el 65. Los legendarios «Pumas» en gira brillante. Ellos escucharon una exclamación del debutante: «Ese Prieto, es Ermindo Onega. Un talento», dijo el iniciado.

En 1961, el seleccionado de la Unión alcanzó su gloria máxima, conquistando por única vez el Campeonato Argentino de Mayores con Prieto en la cancha.

En el recuerdo aparecen otros excelentes jugadores de la época. Uno de ellos, el velocísimo Guillermo Beverino, nacido en las cercanías de la Plaza Mitre. Un «pájaro» que volaba en su tiempo. También Carlos Marengo de Spórting, Héctor «Peti» Tiribelli, el «Chino» Arroyo que llegó de Rosario. Todos coincidieron en la condición de «jugador completo» en la calificación de Prieto.

Los amigos, todos sobresalientes del rugby local en los 60, los que de algún modo «le dieron» un lugar al cronista por afecto no por sus conocimientos sobre la ovalada -muy escasos- resaltaron los valores del juego en el espaldarazo de los´60 y 70. Jorge Cabarcos, legendario integrante de Pueyrredón Rugby Club, baluarte del grupo (con su hermano Hugo) enfatizó:

«El «Bobo» Prieto, apodo que traía de Pucará hace 60 años, un apertura de notable inteligencia. El talento de los «enganches» en el fútbol», uno de los adversarios que lo elogió siempre. Para Hugo «Prieto, además, con excelente pegada. Gran pateador», dijo. En el grupo de ellos (los taitas de Pueyrredón) opinaron otros.

Amigos, discípulos y amantes del rugby lamentaron su partida en las redes sociales

Alberto «Cacho» Bibbó comentó: «Prieto le dió brillo al rugby de Mar del Plata en nuestro tiempo. Además dirigió 20 años al seleccionado local. Un grande». A su lado, otro veterano de las lides Aldo Franzosi, uno de los fundadores de Pueyrredón Rugby Club en los´50, fue más lejos: «Luis Prieto tenía una mapa en su cabeza cuando jugaba. Gran estratega», afirmó.

Cerca de ellos, el más joven, Norberto Fresno, el apodado «Picho», abogado como Jorge Cabarcos, se anotó en los elogios: «El Bobo, inteligencia innata. Un dotado. Los nacidos para el juego que eligieron. Como Alberto «Mandrake» Cabrera en el básquetbol. O «Rojitas» y el «Beto» Alonso en el fútbol. Tipos que podrían jugar en cualquier época», sentenció «Picho».

La «barra» de Pueyrredón, otro líder, Roberto García, «Grandote», ex guardavidas el que llamó la atención por su fuerza y combatividad a ilustres «Les Gazelles», la visita de los sudafricanos en el 66 -«Se lo quisieron llevar a Sudáfrica», comentó Hugo Cabarcos, compañero en el´66 y amigo de toda la vida. Para García, el «Bobo» Prieto, jugador inolvidable.

Entre distintos grupos que integró Prieto -llevado al EMDER por Juan Carlos «Cacho» Derosa, baluarte del Club Comercial en  el rugby los´60, siendo parte de la conducción del gobierno de Gral. Pueyrredón, hace veinte años, ex basquetbolistas lo tuvieron en reuniones memorables, residencia del «Lungo» Alberto García Abalo, 78 años, ex selección local. Antes, Juventud Católica.

«¿ Mirá quién está en la cocina, haciendo la comida para todos ? indagó el «Flaco» García Abalo al cronista invitado. «Es Luis Prieto «, respondió el periodista. «Tratándose de ustedes, es como si lo tuvieran aquí al «Negro» Adolfo Taymir Urciuoli, talento puro. Nada más que lejos del aro y cerca de la ovalada». apuntó el llegado. Hermoso chalet, zona barrio Los Troncos.

Con García Abalo, además de Luis Prieto, vistiendo delantal onda «Gato» Dumaas, célebre «chef» ex jugador de rugby, también, apareció en escena rodeado de otros notables: Carlos «Pocho» Palumbo, el inseparable García Boubée, «Chupino» Martínez, el «Conejo» Duc, Carlitos Manazzoni, Pedro Begue, Calomeni, entre los recordados. Pasaron cinco años. Parece que fue ayer.

Todo lo apuntado remitiendo al rico deporte marplatense. Honrado por Luis Prieto, nacido en Palermo. Una gloria.

 

(*) Columnista de Libre Expresión, La Señal Medios, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular