Mauricio Macri reapareció en la cancha de Boca para ver a su equipo consagrarse como campeón del fútbol argentino. Ligado a lo mejor de la historia xeneixe recibió el aplauso general.
Y un día el presidente de la época dorada del club de la ribera volvió a la cancha para ver una nueva consagración del club que presidió convirtiéndolo en potencia mundial.
Tal vez como reivindicación de aquellos tiempos en los que aún en la gloria permanente no era reconocido por el hincha, el pueblo bostero lo recibió esta vez con el afecto propio que se dispensa a aquellos que supieron hacer las cosas bien en lo institucional y en lo deportivo.
Eufórico -y a horas de jugarse la gran carta de su vida buscando nada menos que otra presidencia, pero esta vez la del país- Macri festejó como un fanático más en compañía de toda su familia.
En el palco del líder de Cambiemos, como en el resto del estadio, todo fue fiesta y alegría. ¿Será un adelanto de lo que viene?.