Mangué amigos, ví usureros y estuve un mes sin fumar

El Gobierno colocó hoy 5.103 millones en Bonos del Tesoro Nacional (BONAC)  y convalidó rendimientos del orden del 30 por ciento, es decir 25% más que los países de la región.

La operación se realizó a través de la licitación de BONAC con vencimientos en mayo, julio y setiembre de 2016 y receptó ofertas por 7.932.837.326 pesos, 2,6 veces más que la base a subastar que era de 3 mil millones.
De acuerdo con el parte de la Secretaría de Finanzas, en BONAC a mayo se tomaron 2.323 millones de pesos con precio de corte de 103,2 pesos y a una tasa de 26,78 por ciento.

Por los títulos con vencimiento en julio se captaron 1.854.663.000 pesos con precio de corte de 100,5 pesos y a una tasa de 26,93 por ciento.

Mientras que por los bonos a pagar en setiembre de 2016 se obtuvieron $925 millones con precio de corte de 104,9 pesos a tasa de 27,03 por ciento.

La conjunción de precios de corte y tasa de corte conforma un rendimiento cercano al 30 por ciento para cada título.

De esta forma, mediante las operaciones con BONAC el Gobierno colocó deuda por 30.800 millones de pesos en seis operaciones diferentes.

La última licitación de este tipo se realizó el 11 de mayo cuando el Gobierno tomó 5.929 millones de pesos, en los tres tramos licitados, con una tasa del 30 por ciento.

El Gobierno aceleró el ritmo de emisión en deuda en pesos en las últimas semanas, ante la necesidad de financiar un déficit fiscal creciente y frente a las limitaciones que la ley actual le impone a la emisión monetaria del Banco Central para financiar al fisco.

Así, el endeudamiento en lo que va del año ya se ubica en unos $58 mil millones, si se suma la emisión de Bonac, Bonar 24 en dólares y letras ubicadas en la Anses.

Según análisis privados, el rojo fiscal de 2015 podría acercarse a 9 puntos del PBI.
Frente a este escenario, el ministro de Economía, Axel Kicillof, no descartó realizar otra colocación de deuda en el mercado local pero en moneda extranjera.

El ministro ignoró hacer referencia a que en la última operación de este estilo la Argentina tuvo que aceptar una tasa de 9 por ciento, tres veces más que la que pagan países como Chile, Uruguay, y Bolivia.