Redacción – Detestada por los vecinos, acusada de autoritarismo, la delegada en Sierras pasa a Asuntos de la Comunidad, mientras que el titular de esta repartición la suplantará en su cargo.
Tras la cabriola que representó la designación de Fernando Telpuk en el cargo del que él mismo lo había desplazado «por no compartir el modelo de seguridad que era parte del plan (secreto)» del intendente, Carlos Arroyo vuelve a dar muestras de una forma al menos singular de conducción: con dos funcionarios seriamente cuestionados –Stella Maris Marinier, Delegada en Sierra de lo Padres y acusada por los vecinos de autoritarismo y manejos poco claros y Marcelo Carrara, Director de Asuntos de la Comunidad en conflicto permanente con las sociedades de fomento por la millonaria deuda del municipio, pero y sobre todo por lo que los fomentistas definen como un destrato autoritario- encuentra la solución en realizar un ajedrecístico enroque y poner a cada uno en el lugar del otro.
Una vez más queda en evidencia la falta de ideas, la carencia total de un equipo y sobre todo, algo que preocupa mucho en los últimos tiempos, la imposibilidad de sumar gente capaz de darle rumbo y sentido a un barco ostensiblemente sin timón.
Y es que son pocos los ciudadanos dispuestos a jugar alguna ficha a un gobierno que a cada paso da muestras de debilidad y que ya ha padecido un desgaste del que difícilmente pueda recuperarse. Menos si insiste en «premiar» a funcionarios que han demostrado incapacidad para llevar adelante la gestión, salvándolos con este tipo de jugadas absurdas.