Gustavo Pulti y Carlos Arroyo tienen que debatri públicamente de cara a octubre. Ambos han sido muy duros con el adversario y los marplatenses tenemos derecho a poder evaluar quien dice la verdad.
Carlos Arroyo parece estar más cerca que nunca de coronar el objetivo de toda su vida pública: ser intendente de Mar del Plata.
Algunas de sus afirmaciones generan inquietudes que la sociedad necesita que le resuelvan. Sostiene que si gana no continuará con el traslado del municipio al nuevo Centro Cívico del barrio Libertad. Es una decisión y es su derecho, pero…¿qué va a ocurrir con una obra que ya está largamente adelantada?. Tenemos que saberlo.
No comparte el proyecto de Policía Local -de hecho se opuso al mismo y no lo votó- pero los ciudadanos queremos saber como continuará un tema que ya está en pleno desarrollo. ¿Se cancelará?, ¿se cambiará?. Tenemos que saberlo.
Pero también tenemos que saber que pasará con el Plan Estratégico Mar del Plata 2030. ¿Continuará?, ¿se modificará?, ¿se cancelará?. Tenemos que saberlo.
¿Cuáles son sus políticas con respecto a la estructura municipal?. ¿Más empleados?, ¿menos?. Tenemos que saberlo.
Hasta el momento el candidato ha hablado de obras como la avenida de circunvalación, actitudes como la buena educación y los buenos modales y políticas de fondo como la reactivación del puerto. Todos temas que no dependen de la municipalidad sino de otras jurisdicciones. ¿Cómo va a conseguir las inversiones, los permisos y el desarrollo para lograr su objetivo. Tenemos que saberlo.
El debate directo con el intendente Pulti tiene que ser la herramienta para que estas y tantas otras preguntas tengan la respuesta que el ciudadano necesita. Si las críticas al mal manejo del municipio son sólidas, sería bueno que Carlos Arroyo las planteara en público y con las pruebas de semejante afirmación. Una mala administración nos compromete a todos y tenemos derecho a conocer si esto está pasando. Tenemos que saberlo.
El candidato de Cambiemos nos plantea un nuevo tiempo de honestidad, eficiencia y transparencia. Queremos que nos explique también como sigue adelante el desarrollo urbano de una ciudad que tiene más habitantes y requiere más servicios que una decena de provincias argentina. Tenemos que saberlo.
Si va a cambiar la conducción política deberá hacerse sobre las sólidas bases del conocimiento. Que no es un gesto adusto ni un cúmulo de promesas y buenas intenciones, sino planes concretos, números, prioridades y equilibrios. Saber, en definitiva, que se va a hacer y como se va a hacer.
Tenemos que saberlo.