“Creo en la tolerancia cero del Papa, pero otros nos boicotean”. Apuntó contra Doctrina de la Fe por rechazar algunos planteos de que hacía el consejo. «Hasta no reconocen cartas», lamentó.
“No podía quedarme. Después de tres años de ver continuamente que en la curia romana había quienes no apoyaban nuestro trabajo, quienes básicamente lo boicoteaban, sin responder siquiera a los requerimientos más elementales que planteábamos, padecí una profunda consternación, he sentido incluso vergüenza, y entonces decidí renunciar.”
La voz es firme, calma. Marie Collins, irlandesa, víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote cuando tenía 13 años y estaba en Dublin, internada en un hospital tratándose una afección en un brazo. Firme, no deja filtrar ninguna emoción mientras relata su verdad.
A partir del drama de su infancia, decidió dedicar su vida a hacer campañas para proteger a los chicos y llevar justicia a las víctimas de los abusos sexuales. Joya de la corona en la Comisión Anti- Pedofilia designada por Francisco en 2014, única víctima que permaneció en el organismo y único miembro mujer, decidió irse porque “en la curia romana las resistencias eran demasiadas. La medida, para mí, se colmó”.
–¿Exactamente quién o quiénes boicoteaban su trabajo dentro de la Santa Sede?
–No quiero dar nombres porque no deseo perjudicar el trabajo de la Comisión vaticana hacia el cual todavía abrigo esperanzas y tengo expectativas. En cualquier caso, como escribí también en el momento en el que decidí dejar mi cargo, los pedidos que hice llegar a la Congregación para la Doctrina de la Fe no encontraban respuesta, eran casi siempre ignorados. En particular me hirió el hecho de que la recomendación de la Comisión de instituir un tribunal para juzgar a los obispos negligentes, aprobada por el Papa y anunciada en junio de 2015, no haya tenido ninguna continuación.
–¿En su opinión el Papa Francisco quiere realmente combatir la pedofilia?
–Creo firmemente que sí. Creo en él y en su trabajo. Pero no entiendo por qué tantas resistencias. Francisco ha sido sincero desde el principio. Tomó decisiones claras en cuanto a la tolerancia cero. Pero a su alrededor las cosas no avanzan como deberían y no es correcto todo eso.
–Es decir que, según usted, existe una discrepancia entre los anuncios y los hechos.
–Existe el hecho de que a menudo se escuchan declaraciones públicas en torno a la profunda preocupación de la Iglesia por las víctimas de abuso, pero después en el ámbito privado el dato es que en el Vaticano hay quien hasta se opone a reconocer las cartas que le han enviado para tratar de resolver esta preocupación. El dato es que no faltan las resistencias y todo eso no es aceptable para mí.