Conocedores como pocos de un mercado que en Mar del Plata tiene sus propias peculiaridades, los martilleros locales se oponen vehementemente al impuesto a la vivienda ociosa.
El Colegio de Martilleros de Mar del Plata sostuvo que de aplicarse el impuesto a las propiedades ociosas no habrá solución a la escasa oferta de inmuebles y se producirá una fuerte desinversión de desarrolladores inmobiliarios impactando negativamente en el trabajo de la construcción.
Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio, sostuvo además que en caso de aprobarse en ley «será inconstitucional», tal cual lo afirmábamos desde LIBRE EXPRESIÓN hace pocos días ( Ver: MARTILLEROS: TAURAS CON EL ESFUERZO AJENO).
«Hay 20 colegios departamentales en la Provincia y cada uno es autónomo» aclaró para tomar distancia de lo afirmado por el vicepresidente del Colegio de Martilleros de la provincia de Buenos Aires, José María Sacco quien se erigió en representante del sector pretendiendo un apoyo que ya fue desmentido por muchas de las instituciones locales del distrito.
El Colegio de Martilleros de Mar del Plata cree que el incentivo para fortalecer el mercado viene de la mano de otras medidas: «estamos de acuerdo en que aquellos bienes que se presenten en alquilar, si hay beneficios, que por ejemplo si pongo mi bien, por lo menos en un período de tiempo no pague Bienes Personal, Ingresos Brutos o bajar Rentas. Darle beneficios para que coloque esa unidad y la mantenga. Pero si lo estoy castigando con una medida que realmente es anticonstitucional. ¿Porqué no puedo tener un bien vacío?» cuestionó al recordar que esas propiedades ya cumplen con su función social al pagar impuestos, tasas y contribuciones, rescatando el principio de igualdad ate la ley que rige en nuestra Carta Magna.
Y en el análisis de los matriculados marplatenses no estuvo ausente el de las consecuencias que semejante medida tendría sobre la industria de la construcción, desde siempre movilizadora de la economía local: » no hagamos más pozos, no hagamos más edificios, no vendamos más departamentos. Con eso, estaríamos destruyendo una de las industrias, que en el caso de Mar del Plata y del país, es una industria sin chimenea que da muchísimo trabajo. Qué mejor que la gente invierta en inmuebles» advirtió el martillero hace pocas horas en declaraciones a un portal de noticias de la ciudad.
Un verdadero baño de realidad frente a una absurda pretensión recaudatoria que solo traería más inconvenientes a una actividad que atraviesa una fuerte crisis y deberá reinventarse para competir en un mercado al que la tecnología desregula a pasos agigantados.
Y es bueno que el Colegio de Martilleros de Mar del Plata haya puesto manos a la obra…