El jefe policial habló con la prensa, reconoció el fracaso que hasta el momento marca la lucha contra el delito en la ciudad y una vez más dijo que se quedaba y que las cosas cambiarían.
Una imagen repetida, anuncios que no llegan a despertar la confianza de la población y afirmaciones que a pesar de reconocer la gravedad del problema no avanzan en una autocrítica que tenga contacto con la realidad, fueron el resultado del contacto del jefe de la policía bonaerense Crio. Hugo Matzkin con la prensa.
“Somos una organización dedicada a la seguridad que es factible de tener fallas, y de hecho tenemos problemas de seguridad”, reconoció ayer el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, momentos después de llegar a Mar del Plata para “analizar y resolver” una situación que por estas horas tiene a la ciudad en vilo: hubo cinco muertes en cinco días, incluido un caso de “gatillo fácil” policial. Por su parte, el intendente reclamó la presencia de Gendarmería.
En el flamante centro de monitoreo de cámaras de seguridad –que por ahora no parecen haber captado una sola imagen que ayude a resolver alguno de los violentos episodios de las últimas horas–, Matzkin se reunió con el intendente Gustavo Pulti. Allí contó que llegó para “coordinar un análisis cuantitativo y cualitativo” de cada una de las dependencias policiales. En la conferencia de prensa que ofreció no habló de cifras ni dio precisiones: “No quiero hablar de cantidades, porque las cosas las quiero en la mano, mostrarle a la gente con operativos y con realidades lo que podemos hacer”.
Antes, el intendente Pulti –vecinalista devenido kirchnerista– pidió: “Todos tienen que dar un paso adelante, hacerse cargo de acomodar a quienes protegen a los sinvergüenzas”. Acababa de reunirse con “Polo” Román, músico de Los Chalchaleros, por el ataque que el lunes sufrió su hijo Mariano (36): intentó resistir un asalto, motochorros le pegaron cinco tiros y sobrevivió de milagro. También visitó a la esposa del abogado Arturo Atilio Canales quien, tal como informó Clarín en parte de su edición de ayer, el martes se convirtió en la víctima fatal número 27 del año.
“Siento dolor y bronca”, dijo Pulti. Canales (52) era ayudante en una fiscalía de Pinamar y fue asesinado de un tiro en el pecho en la puerta de su casa, ubicada en uno de los barrios más elegantes de la ciudad, Parque Luro, cuando guardaba el auto. Todo indica que se trató de un intento de robo. El intendente y la víctima eran amigos: nacidos en Dolores, compartieron departamento cuando eran estudiantes universitarios.
En dos oportunidades anteriores, en otras crisis de inseguridad que atravesó la ciudad, llegaron agentes de Prefectura como refuerzo. Los resultados parecen no haber conformado a Pulti: ahora pidió gendarmes. “Nos toca a cualquiera de nosotros, hace un tiempo pedí la presencia de Gendarmería. Y pido que se fortalezca el área de investigación”, dijo.