Miles de manifestantes recorren el centro de la capital con padres de los 43 desaparecidos en el Estado de Guerrero y piden dar con su paradero.
Un clamor de justicia resonó en la Ciudad de México por el ‘caso Iguala’. Una multitud de unas 50.000 personas, según las autoridades locales, exigió este miércoles por la tarde al Gobierno federal una respuesta clara sobre la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre.
«Estamos cayendo en la desesperación… Se vuele a repetir la historia del 68 [la matanza de Tlatelolco]», dijo Juan Estrada, que esta tarde caminó junto a las familias de los desaparecidos por el Paseo de la Reforma, una de las principales vías de México DF, hasta el Zócalo, la plaza central de la capital. «Esta marcha no es de fiesta, Ayotzinapa está de luto», afirmó un estudiante de la escuela de los desaparecidos. Los manifestantes reclamaron que se dé con su paradero y que se arreste a los máximos responsables de lo ocurrido. A la protesta, además de los alumnos de la escuela de las víctimas, acudieron un gran número de estudiantes llegados de 39 centros educativos de todo México.
Esta es la segunda protesta multitudinaria que los universitarios organizan en la Ciudad de México por el caso Iguala. El pasado 15 de octubre, los estudiantes se manifestaron en dos sitios distintos: en la sede de la Universidad Nacional Autónoma de México y frente a las oficinas de la Fiscalía federal, en donde los jóvenes dañaron la fachada del edificio, construida con cristales, al lanzar algunas piedras y palos.
Este miércoles, un grupo de figuras mexicanas de relieve —entre ellos el exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, la escritora Elena Poniatowska y el líder del Consejo Mexicano de Negocios, Claudio X. González — exigió en un mensaje público al Gobierno mexicano la creación de una Comisión de la Verdad y la Justicia para investigar la desaparición.
A 26 días de la desaparición, los estudiantes no han sido los únicos que han levantado la voz. Los organismos internacionales también lo han hecho. “¿Dónde queda Iguala? ¡A menos de 200 kilómetros del Distrito Federal, a tres horas por carro! ¡No hay excusa! Éste no es un sitio remoto que queda en la selva distante, y sin embargo le tomó cuatro días al presidente de México intentar incluso delegar responsabilidades en las autoridades de Iguala”, reclamó Human Rights Watch. Su denuncia se sumó a la de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la de la ONU. EE UU y la OEA también habían pedido que México esclareciera la desaparición de los estudiantes.
La protesta de este miércoles ha sido hasta ahora la más masiva. Terminó sobre las diez de la noche. En el Zócalo, cuando todo acababa, habló Bernabé, 60 años, un campesino de Guerrero. Su hijo Adán es uno de los desaparecidos. «Ya no tengo confianza en el Gobierno federal ni estatal. Ya va a hacer un mes y no sé nada de mi hijo». Su voz entrecortada y la narración conmovió a los asistentes, la mayoría vestidos de blanco. «Todos los pobres también tenemos un corazón y con ese corazón duro vamos a luchar hasta encontrarlos» sentenció Bernabé.