El jefe del Ejército disfruta con amigos pasando los gastos al presupuesto de la fuerza. Tal vez debería leer el Código de Honor que San Martín hizo jurar a sus soldados.
Antes de emprender la memorable epopeya del cruce de una de las cordilleras más altas del mundo San Martín hizo jurar a sus soldados el “Código de honor del Ejército de los Andes”, que no dejaba lugar a dudas sobre a qué tipo de militar quería legarle San Martín a la patria.“La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados, que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. La Patria no es abrigadora de crímenes».
Parece que César Milani olvidó o desconoce el ejemplo planteado por el Padre de la patria. Al menos en lo que a la sobriedad del soldado se refiere.
La madrugada del sábado 11 de octubre del año pasado, el General César Milani envió a uno de sus hombres de confianza a comprar un whisky marca Glenlivet 12 años. Lo hizo en la vinotera Winery de la capital mendocina donde estaba participando de un encuentro organizado por él junto a empresarios y políticos de esa provincia. La factura Nº0069-00025642 se realizó a nombre de la Contaduría General del Ejército evitando el pago del 21% en IVA.
Pero Milani no sólo facturó la compra a nombre de la Contaduría del Ejército sino también la cena con 15 camaradas de la fuerza por un monto que superó los 16 mil pesos.
«Fue una cena especial que solicitó Milani y pidió total discreción» aseguró un empleado del restaurante Nadia OF, ubicado al lado de Winery. Agregó que «fueron 15 personas vestidas de civil y Milani pidió que se le sirviera el vino que ellos mismos trajeron». Por lo tanto la comida salió 1.500 por persona sin incluir la bebida. No conforme con la atención, el «General de Cristina», decidió comprar un whisky esa madrugada en el local lindante que permanecía abierto toda la noche. «Cuando hacen esos eventos, la vinoteca está abierta» explicó otro empleado a este medio.
La cena también se facturó a nombre de la Contaduría del Ejército lo que indignó a más de un presente.
No es la primera vez que César Milani es motivo de notas periodísticas por sus excéntricos gastos. En junio del 2014, el sitio Eliminando Variables, publicó los millonarios gastos de las fiestas que organizó el General de Cristina calificados como “adquisición de servicios de ceremonial para el Cuartel General” por $1.197.350. En aquel encuentro, se había pedido, especialmente, caviar rojo y negro. Pero, a diferencia de aquella ocasión, estos gastos serían estrictamente personales.