Una multitud acompañó la 35° ceremonia en honor a Iemanjá

Un atardecer extraordinario fue el marco de la trigésimo quinta fiesta en honor a Iemanjá en esta nueva edición en Mar del Plata. Una celebración que aunó respeto, diversidad y democracia.

Como siempre, y con un clima especial que acompañó a toda la concurrencia, el festejo se inició con la Procesión desde el Playón del Provincial y por la Rambla, acompañada por el grupo de Capoeira Topacio, para luego emplazar el altar con la imagen africana de Iemanjá, realizar la «roda» con el toque de batuques, las bodas, las rezas a los orixás, las danzas y la esperada entrega de barcas con ofrendas y pedidos de todos los asistentes al mar, ocasión que fue acompañada con fuegos artificiales que se proyectaron en la altura y se reflejaron en el mar iluminando a los presentes.

Cabe recordar que la ceremonia de Mar del Plata es una de las dos más importantes del mundo y a la que, por su jerarquía llega gente de toda la Argentina, y de Cuba, Brasil, Uruguay, Paraguay y España.

Es digno de destacar que, por el cuidado ecológico y la índole respetuosa de la Naturaleza las barcas estuvieron realizadas con materiales orgánicos, como madera, cartón, etcétera, con el fin de evitar la contaminación.

Y al finalizar la conmemoración, grupos de fieles especialmente organizados, se encargaron de limpiar toda la playa de cualquier residuo que haya devuelto el mar a la orilla.

 

Foto: Gastón Piccioni