El ministro de Economía afirmó que FMI puede perder legitimidad, si empuja a Argentina a una situación desestabilizante” y aseguró que “es la deuda la que genera el problema de balanza de pagos”.
En una entrevista concedida a la agencia France Press, el jefe del Palacio de Hacienda enfatizó que “el panorama para 2022 puede ser muy virtuoso ya que la Argentina tiene un superávit comercial muy alto. Fue superior a los 15.000 millones de dólares en 2021. ¿Cuál es el problema de balanza de pagos que enfrenta Argentina en 2022? Es justamente la deuda con el FMI. Es al revés de lo que naturalmente ocurre. Es la deuda con el FMI la que genera el problema de balanza de pagos. Y por eso es importante poder refinanciarla. Es importante para el país y también para el FMI”.
El responsable de la cartera económica remarcó que “si el FMI empuja a Argentina a una situación desestabilizante, va también a tener una legitimidad menor en el futuro, cuando otros países requieran del multilateralismo para poder resolver junto a la comunidad internacional sus problemas. Si queremos protegernos entre todos y proteger el funcionamiento del multilateralismo, es importante acordar algo que sea creíble. Y creíble quiere decir implementable”.
Guzmán puso en relieve que “tenemos un conjunto de objetivos económicos y sociales, y por supuesto queremos cumplir con nuestros compromisos, pero necesitamos tiempo. Necesitamos poder refinanciar estas deudas. Necesitamos que por ese tiempo no nos cobren una condicionalidad tal que detenga la recuperación y que inhiba la capacidad de desarrollo de Argentina en el mediano y en el largo plazo”.
Al ser consultado sobre un eventual apoyo de los Estados Unidos y en especial de legisladores demócratas para suprimir las sobretasas, Guzmán expresó que “ha sido importante ese pedido a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos (Janet Yellen), para que apoye en el directorio del FMI una revisión de esta política, que daña a los países en crisis que tienen lo que se llama acceso excepcional al Fondo Monetario Internacional. Porque se les cobra más cuando la situación está peor. Eso no ayuda a cumplir con la misión del FMI de garantizar la estabilidad financiera global. Los países con estas sobretasas de interés pierden recursos con los cuales llevar adelante las inversiones que se necesitan para mejorar la capacidad de repago”.
En referencia a las diferencias que persisten entre el gobierno argentino y el FMI en torno del tema fiscal, el ministro de Economía subrayó que “prácticamente hay acuerdo sobre hacia dónde hay que converger, cuál es el resultado fiscal primario. La diferencia está en las velocidades y eso tiene que ver con que se están mirando objetivos diferentes. En 2021, con una economía creciendo al 10%, el déficit fiscal primario cayó 3,5 puntos del PBI. El déficit fiscal de 2021 fue de entre 2,9 y 3% del PBI, esta cifra se va a conocer el 20 de enero. Es una caída muy fuerte. Se está dando una consolidación fiscal virtuosa. Lo que el FMI ha planteado es que debe haber una consolidación fiscal más rápida. Pero hay dos problemas: el primero es que la forma cómo ellos lo plantean detendría la recuperación económica en el corto plazo. El segundo es que el punto en el cual se enfocaría la más rápida consolidación fiscal sería en una expansión menor de la inversión en infraestructura pública. Para nosotros eso es crítico, porque esa inversión es la que más necesita Argentina, desde el punto de vista productivo. Es ahí donde está la tensión”.