Las versiones no son nuevas ni surgieron en medio de la campaña. Desde hace mucho se sospecha que el gobierno planea estirar la edad de retiro para ajustar la masa de haberes que debe afrontar.

Adrián Freijo
El titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Emilio Basavilbaso, aclaró que «aún no existe un proyecto concreto» por parte del oficialismo para modificar la edad jubilatoria sino una propuesta para tratar el tema en el Congreso dentro de los próximos tres años y aseguró que en esa iniciativa «lo único que sí se definió es que debe ser un sistema público».
Debió hacerlo ante sus propias declaraciones a una emisora, en las que la ambigüedad de sus palabras hizo suponer que el mentado proyecto de aumentar la edad para el retiro era algo más que eso.
El sistema previsional, junto con la política fiscal, son dos de los grandes temas que se supone encararán Macri y los suyos apenas pase el comicio de octubre. Y claro que saben que el resultado será definitorio de los tiempos y la profundidad de esas reformas.
Mientras tanto la gente teme lo peor: si ambos proyectos fuesen buenos para ella…¿porqué mantenerlos bajo siete llaves?, ¿no sería útil a las expectativas electorales del oficialismo ponerlos en conocimiento de la ciudadanía?.
¿Qué riesgo hay en decirle a los jubilados que van a tener mejor remuneración y más servicios, y a los pequeños y medianos empresarios que la agobiante presión fiscal va a disminuir?. El silencio solo se entiende si lo que se cocina en el poder es, justamente, lo contrario…
«En mi opinión, lo ideal sería que el sistema sea por edad voluntaria como tienen algunos países donde está la opción de, después de los 65 en el caso de los hombres y 60 en el de las mujeres, seguir trabajando y que tengan un aumento de la jubilación en el futuro», agregó el funcionario.
Algo así como condenar a ser «Jubilados Clase B» a quienes se acojan al sistema actual, ese que es un derecho adquirido y al que quieren convertir entonces en derecho menor.
La historia argentina está llena de desmentidas que luego se convierten en verdades. Y también nos enseña que desde hace décadas, cuando eso pasa es la gente la que pierde.
Sin importar que edad tenga…