El intendente expresó en sus redes sociales el enojo por que muchos marplatenses «no entendieron nada» los alcances de la flexibilización del aislamiento social y obligatorio.
Enojado, decepcionado, tal vez barruntando por estas horas dar marcha atrás en una apertura que no parece haber sido tomada por todos con la misma responsabilidad, el intendente Guillermo Montenegro publicó en sus redes sociales un mensaje que no deja lugar a ninguna duda: «No entendieron nada».
Sin embargo, y por la misma vía, la respuesta no se hizo esperar y fueron muchos los que se preguntaron si al publicar las fotos de ciudadanos marplatenses paseando despreocupadamente por las calles el jefe comunal no estaba violando el artículo 19 de la Constitución Nacional, ese que sostiene que «las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados».
Nada más lejos de la realidad. Si bien un paseo puede ser considerado entre esas acciones privadas, en el caso que nos ocupa existen decretos nacionales y provinciales y ordenanzas locales que plantean un escenario de interés general ante la existencia de una emergencia sanitaria que además ha sido caracterizada como pandemia por la propia OMS, institución de la que nuestro país es signataria.
No se trata entonces de una invasión a la privacidad -por más que se sostenga que las cámaras del COM no están para monitorear la vida de las personas sino para prevenir y registrar actos delictivos- sino del ejercicio de un control del comportamiento social frente a normas que las propias imágenes demuestran estar siendo violadas.
«No entendieron nada» sostuvo el jefe comunal, «no entendieron nada» comprueban esas imágenes y «no entendieron nada» sostenemos los miles de ciudadanos de Mar del Plata que seguimos creyendo que el cumplimiento de las normas es un aporte irrenunciable que cada uno de nosotros debe hacer para dejar atrás un tiempo de zozobra y de riesgo.
¿Entenderán alguna vez que el espíritu de las leyes pone al interés común por sobre las interpretaciones personales?.
Por ahora parece que ello es más difícil de lo que se podría suponer….
