El director general, Tedros Adhanom, dijo que las autoridades «deben considerar que en algunos países y comunidades las órdenes de quedarse en casa podrían no ser prácticas».
Adhanom agregó que la pandemia forzó a alejar de las clases alrededor de 1.400 niños, «poniendo a algunos de ellos en un mayor riesgo de abusos», y privando a muchos menores de asistir a escuelas que con frecuencia son su principal acceso a alimentos y cuidados sanitarios.
El máximo responsable de la OMS señaló a los diplomáticos que, con más de dos millones de casos globales y unas 123.000 muertes, el incremento de víctimas sigue siendo «trágico y alarmante», aunque algunos de los países más afectados muestran alentadores signos de que la enfermedad está remitiendo.
Ello ha movido a muchos gobiernos a considerar levantamientos de las restricciones sociales y económicas impuestas para frenar la pandemia, «algo que todos queremos pero que debe hacerse con cuidado», advirtió el experto etíope, citado por la agencia de noticias EFE.