La excesiva demanda, producto del crecimiento del parque de piletas de natación fijas y desmontables como resultado de la pandemia, pone en riesgo la provisión durante la temporada de verano.
El crecimiento en la cantidad de piletas encendió una luz de alerta en las autoridades de Obras Sanitarias. “Se hicieron muchas piletas y si la gente no cuida el agua, se va a complicar”, advirtió el presidente de OSSE, Carlos Katz.
En ese sentido, la principal preocupación pasa por las piletas de lona que consumen alrededor de 4 mil litros de agua. Si no hay un correcto mantenimiento y se recambia continuamente el agua, el consumo crece exponencialmente.
La empresa municipal inició una campaña para que las personas que hayan adquirido una piscina la declaren la dentro de los 30 días corridos desde su instalación.
“Nosotros tenemos una consigna que es racionalizar el consumo del agua. En diez meses del año no tenemos dificultad por lo que pedimos que seamos solidarios en verano y evitemos en los horarios pico la actividades como riego, lavado de autos o llenar la pileta“, sostuvo Katz.
Una de las incógnitas que abre la llegada de la temporada es la cantidad de turistas que llegarán. Otro dato será que se espera menos consumo en los balnearios ya que no se habilitarán las duchas. “Hay un mito que dice que les damos agua a los balnearios y los barrios del lugar se quedan sin agua y no es verdad”, marcó el funcionario radical y planteó que al no habilitar las duchas “habrá que ver dónde se distribuyen esos consumos”.
El empalme definitivo entre el nuevo Sistema Acueducto Oeste (SAO) y el Sistema Acueducto Norte (SAN) que se realizó en diciembre significa un alivio en el abastecimiento del consumo. Para los próximos días se espera que entren en funcionamientos 25 nuevas perforaciones en la zona.