Por Adrián Freijo – La aceptación de la renuncia de Viviana Bolgeri al cargo de presidente de OSSE y la propuesta para que Alejandro Pozzobón sea su sucesor es mucho más que un cambio de nombres.
Desde la salida por jubilación del Ing. Mario Dell’Olio la empresa estrella de la administración marplatense ingresó en un cono de sombra del que poco tuvieron que ver los restantes integrantes del Directorio. Tanto Viviana Bolgeri, a quien le cayó una responsabilidad que a todas luces la debordó, como Daniel Díaz en su incómodo doble rol de directivo y Secretario general del gremio que nuclea a los trabajadores de OSSE, quedaron presos del capricho del intendente Arroyo en acompañar hasta más allá de lo entendible la aventura personal de Emiliano Giri, encaprichado en ocupar al borde la la legalidad un cargo para el que sabía no contar con el aval del Concejo Deliberante, es decir de la asamblea de accionistas de la sociedad de estado.
No fueron pocas las voces que aconsejaron al jefe comunal no insistir con tal designación. La situación personal de Giri –deseoso siempre de arrimar para su molino el agua de los negocios públicos con la torpeza de quien entra a robar a una cristalería trepado en un tractor– poco ayudó a evitarse y evitar al intendente el papelón de que su pliego fuera devuelto por el HCD sin siquiera ser tratado.
El tiempo perdido, la dudosa legalidad de las acciones tomadas por un «directorio» que por la licencia de Díaz quedó en cabeza de una sola persona, y el malestar que dentro y fuera de la empresa generó esta política de marchas y contramarchas, fueron suficientes para que en pocas semanas lo que fue orgullo y ejemplo para Mar del Plata y Batán se convirtiese en un polvorín a punto de estallar.
La impericia oficial al momento de tratar el presupuesto y cálculo de recursos para el presente año y la aprobación desprolija y tardía que se logró en el recinto hace pocos días, terminaron por convencer a Arroyo de aceptar el consejo que aquellos que pretenden protegerlo en el tramo final de su accidentado mandato le venían ofreciendo desde hace meses: colocar en la conducción a personal de carrera de OSSE, cuya capacidad, honestidad y eficiencia ya ha sido probada en mil batallas.
Y todos coincidían en el nombre de Alejandro Pozzobón, un hombre con antecedentes personales impecables y al que todos señalan como «quien mejor conoce a OSSE y sus necesidades». Junto con el gerente de Producción Joaquín Negri y Daniel Díaz en su continuidad como Director Obrero, serán -previa aprobación del Concejo, lo cual se descuenta- los encargados de conducir este tramo en el que tantas obras empezadas y otras en carpeta esperan de una mano profesional y capacitada para ver su conclusión.
Será bueno que esta experiencia sirva para que quienes lleguen en el futuro al poder en General Pueyrredón comiencen a ver como una costumbre con dinámica propia elevar a los más altos grados de responsabilidad a tantos funcionarios de carrera que a lo largo de los años se han preparado, conocen como ningún otro recién llegado la administración y garantizan la idoneidad que todos los contribuyentes exigimos y tan pocas veces nos es brindada.
Por eso hoy se abre una oportunidad histórica y seguramente Pozzobón y sus compañeros de directorio podrán estar a la altura del papel que les toca jugar en esta hora. Los ojos de los contribuyentes y los de tantos trabajadores municipales injustamente relegados en manos de los políticos de turno estarán posados sobre ellos y su desempeña.
Y seguramente el resultado nos dejará satisfechos a todos….