Un día después de la supuesta detención de Ivar Pérez Corradi y ahora nos enteramos que se trata de una persona «parecida» al hombre más buscado del país. Insólito pero reiterado.
Nos hemos acostumbrado a convivir con la sinrazón de lo insólito. No sabemos quien voló la AMIA, desconocemos si Nisman se suicidó o fue asesinado, poco es lo que se nos informó acerca de los pormenores de la fuga de General Rodriguez y ahora, como frutilla del postre, no pudimos confirmar si el hombre más buscado del país -búsqueda que comparte el FBI, la DEA, la policía brasileña, la uruguaya y la paraguaya- estaba o no detenido.
Para las personas comunes la cuestión debería sintetizarse en algo que no parece demasiado complicado: sacarle una foto y enviarla a las autoridades argentinas para que puedan confirmar o no que se trata de Ivar Pérez Corradi.Fíjese el lector que ni siquiera propongo cuestiones de máxima complejidad como sería por ejemplo…un juego de huellas dactiloscópicas.
Y una vez más el imaginario (¿imaginario o lucidez?) de la gente vuelve a hablar de cosas oscuras, negociaciones, maniobras de distracción y, por supuesto, complicidad del poder con el narcotráfico.
Y por supuesto a estas horas el supuesto instigador del triple crimen ya puede estar a miles de kilómetros o haber entrado camuflado a la Argentina ya sea para negociar su entrega o ponerse al cuidado de aquellos poderes que lo protegían en las «épocas doradas».
Pocas cosas antes han llegado al absurdo como ocurre con este nuevo caso. ¡¡¡ No poder identificar a un hombre dentro de una celda !!!
Disparatado, inexplicable; pero claramente argentino.
¿Nos creen estúpidos?….¿somos estúpidos?…esa es nuestra gran duda.
