Fabiana Ramírez fue atropellada por un joven alcoholizado y las secuelas de aquel accidente la tienen postrada hasta hoy. No encontró respuesta alguna en la justicia y lo denuncia.
Mi nombre es Fabiana Ramírez, el 18 de julio del año 2015 fui atropellada en la vereda de Udine y la 39 por Matías Revorí, un joven alcoholizado.
El mismo fue condenado a dos años de prisión en suspenso y el fiscal Pablo Cistoldi correspondiente a la Fiscalía 11 de Delitos Culposos, defendió más al victimario que a mí durante el juicio oral.
Por su parte, la Dra. Martínez Ruiz, nunca le importó mi caso para nada. Me veía en silla de ruedas y no mostró interés alguno por ayudarme.
Realmente es una vergüenza lo que hacen en la Fiscalía 11 y lo peor de todo es que todos los siniestros viales de esta ciudad van a parar ahí, con el padecimiento constante de familiares de víctimas y hasta de abogados, a los cuales no les proporcionan en tiempo y forma datos de los expedientes.
Antes de enfrentar a la Fiscalía 11, familiares de víctimas me alertaron sobre el trato en el lugar y lo viví en carne propia. El médico de la Fiscalía jamás me revisó, me tomaron declaración después de casi 8 meses del siniestro vial. Lamentablemente y tengo que decirlo así, en esa Fiscalía no toman nada en serio son un desastre, una masa enorme de gente mediocre, cómodos, y garantistas.
A casi dos años del siniestro me llamó el fiscal Pablo Cistoldi para tratar de convencerme de llevar el caso a un juicio abreviado. Es decir que a un pendejo borracho que me arruinó la vida por completo al igual que a mi familia, le querían dar seis meses de prisión si aceptaba la condena y se declaraba culpable.
¿Eso es justicia? Si no fuera por mi abogado el doctor Maximiliano Orsini, que exigió tres años y fue quien dijo todos los agravantes a mi victimario, le hubieran dado menos condena, porque el fiscal Cistoldi solo pidió un año de prisión.
El mismo fiscal que no tuvo ni un poco de escrúpulos ni el corazón para presentar todo como correspondía, ni siquiera fue capaz de decir todos los agravantes ni tampoco de pedir una condena justa, es más, trató de convencerme unos minutos antes de entrar a la sala para que cambie de opinión, seis meses le quería dar mientras que yo sigo postrada en una silla de ruedas sin poder moverme y con dolores por la poca atención que recibo y la falta de las prótesis que necesito con suma urgencia y aún no aparecen. Incluso el seguro casi no se quiere hacer cargo porque el jovencito que me atropelló manejaba borracho.
Por eso me pregunto ¿hasta cuándo esto? ¿El fiscal General Fernández Garello no piensa hacer nada? ¿No van a tomar cartas en el asunto? ¿Van a permitir que sigan matando y arruinando la vida de inocentes?
No existe ningún tipo de conciencia, si les sacan el auto por estar pasados de alcohol pagan una multa y lo recuperan. Nosotros como personas no nos recuperamos más, por más que tengamos el afecto de nuestras familias seguimos sufriendo a diario mientras ellos caminan libres sin que nadie les recuerda que son asesinos y en la Fiscalía 11 los contienen.
Deben cambiar las leyes, las condenas. Basta de asesinos al volante, basta de jueces y fiscales corruptos. No más Fiscalías como la 11 que son la vergüenza de un país y lo peor es que sus descomunales (el de los fiscales que trabajan allí) sueldos son bancados por el Estado.
Fabiana Ramírez