Ya contratado por San Antonio Spurs y a la espera de la gran experiencia NBA, el marplatense Patricio Garino tuvo un sólido debut en los Juegos Olímpicos en el comienzo de la concreción de un anhelo de toda la vida.
Con una actitud muy madura y encarnando un rol destacado en el quinteto inicial, el jugador surgido en el club Unión demostró en el triunfo de Argentina ante Nigeria que no sólo puede aportar su gran despliegue defensivo sino también mostrarse como un anotador confiable (15 puntos en 25 minutos en cancha, con 4/5 dobles, 1/1 triples, 4/5 libres).
Su actuación generó los elogios de sus compañeros, aquellos que hasta hace poco eran sus ídolos, quienes remarcaron el rendimiento de Garino como fundamental para lograr la primera victoria en Río 2016. «Lo que apretó Pato fue increíble», aseguró Manu Ginóbli, su futuro «teammate» en los Spurs, quien además lo señaló como el mejor jugador del partido.
Tal como ocurrió en el Preolímpico de México en 2015 -donde se destacó en el debut y fue una pieza clave- en el primer juego en el Arena Carioca 1, Garino sobresalió y se dio una inyección de confianza. Pero esta vez con más experiencia, muy enfocado y potenciado por la unión del grupo. «La química del equipo está muy alta», dijo Pato con la convicción de sentirse parte de algo importante.
La carrera de Patricio Garino siempre fue en crecimiento de una manera escalonada, muy pensada y siempre signada por un fuerte compromiso con rendir al máximo en cada etapa. Sin prisa pero sin pausa, fue ganando sus espacios a fuerza de trabajo, disciplina y un comportamiento ejemplar. Con estos valores y su progreso profesional, su futuro no tiene techo. A seguir soñando.