Paso a paso Pampillón se sale con la suya

(Escribe Adrián Freijo) – El Concejo Deliberante declaró “persona no grata” al dirigente Carlos Gustavo Pampillón, votando la iniciativa por unanimidad.

Hubo algunos ausentes al momento de la votación ya que  las radicales Vilma Baragiola y Cristina Coria no asistieron a la sesión; mientras que Carlos Arroyo y su compañero de bancada, Guillermo Sáez Saralegui, abandonaron sus puestos y regresaron recién cuando la cuestión ya había sido resuelta, en lo que se consideró toda una definición política del veterano pretendiente al sillón principal de la comuna.

Los legisladores expresaron su “repudio a los hechos violentos y antidemocráticos” protagonizados por Pampillón, e invitaron a “reflexionar acerca de la necesidad de rechazar este tipo de conductas en tiempos de democracia”.

“Corruptos”, “ladrones” y “declaren persona a no grata a Boudou”, fueron algunas de las variadas frases que gritaron desde el fondo de la sala los integrantes de un escuálido grupo de seguidores del excéntrico dirigente al que por otra parte parecerían estar haciéndole el juego los ediles.

Es claro que Carlos Pampillón sustenta su estrategia de instalación pública a partir de hechos como los protagonizados cuando la sesión convocada para desplazar a Baragiola.

Adhiera o no a la doctrina que tuvo a Adolfo Hitler como principal figura, todo indica que este dirigente se ha propuesto instalar su figura como númen de un sector intransigente de la sociedad, cultor de la mano dura como instrumento de gobierno y claramente resuelto a dividir al mundo en réprobos y elegidos, especulando con que el miedo de estos últimos ante el avance de la delincuencia e inseguridad los llevará, en un momento que él supone no muy lejano, a buscar el amparo de quien pueda responder con una violencia mayor a la de los malvivientes.

Y en eso está; y para conseguirlo, nada mejor que estar en boca de todos.

Porque también aquél disparatdo líder comenzó su escalada con apenas un puñado de seguidores y fanáticos y, cabalgando sobre el descontento de un pueblo al que la clase política no daba respuestas, llegó a convertirse en el verdadero dueño de la vida y la voluntad de los alemanes.

Horas antes, la Justicia Federal llamó a prestar declaración indagatoria a siete policías y tres civiles, en el marco de la causa que investiga el acuartelamiento del 8 y 9 de diciembre del año pasado y no es casual que uno de estos últimos sea Carlos Pampillón. Sus relaciones con sectores ultramontanos de la fuerza policial son bien conocidos y forman parte de lo que debe suponer una entente facciosa que lo acompañe en sus designios personales.

Pampillón quería el centro de la escena y la torpeza de nuestros representantes se lo otorgó con bombos y platillos.

Casi peor el remedio que la enfermedad…