Peñarol arrancó con un claro triunfo ante Quilmes en el Poli

Ante un gran marco de público en el Polideportivo, Peñarol venció a Quilmes por 77-61 y se quedó con el superclásico de la Liga Nacional de Básquetbol.

En un partido signado por las imprecisiones lógicas de comienzo de temporada, el conjunto de Sergio Hernández se impuso por mayor regularidad. El goleador del equipo «milrayitas» fue Alejandro Diez con 15 puntos.

El inicio fue muy desprolijo para ambos con poca precisión y notoria falta de rodaje. A pesar de tener muchos problemas para atacar, Quilmes marcó la primera diferencia con más variantes (8-4) y Peñarol apostó a los tiros de Baxter que no resultaron fructíferos. El ingreso de Tayavek Gallizzi, en ritmo basquetbolístico recién llegado de jugar el Preolímpico con la selección argentina, le dio al «cervecero» mejor presencia en la pintura y sacó ventaja (13-8). Con bajos porcentajes de efectividad, un par de aciertos de Alejandro Diez establecieron más paridad en el cierre del cuarto (13-12).

Peñarol pasó al frente en el arranque del segundo período con cinco puntos seguidos de Leo Gutiérrez (13-17) y Baxter con una volcada empezó a mostrar lo que puede aportar (15-19). El Tricolor siguió evidenciando dificultades en la ofensiva y Peñarol afinó la puntería para seguir dominando con un buen aporte de Fabián Sahdi (15-25) en un contexto de bajo nivel basquetbolístico. A pesar de algunas insinuaciones de Baxley, la conexión Sahdi-Baxter fue la mejor fórmula posible para que el «milrayitas» mantuviera el liderazgo (18-27). Otra bomba de Gutiérrez estiró a 11 de luz (19-30) y con Diez inspirado la distancia llegó a ser de 16 puntos (21-37). En el peor momento de Quilmes, Massarelli clavó un triple y la máxima para Peñarol fue de 19 (21-40) hasta concluir el parcial con 14 de ventaja (26-40).

El conjunto de Sergio Hernández salió al tercer cuarto con mayor determinación y pudo desequilibrar con su potencial ofensivo con buenas señales de Jimmy Baxter (28-48). Con 20 de luz, Peñarol parecía encaminarse al triunfo, pero Quilmes ajustó su defensa e intentó sumar con Durley y Baxley para lograr arrimarse con un parcial 9-0 (37-48), aunque careció de claridad. Más allá de la ventaja de doble dígito (40-50) que conservó Peñarol, el juego se hizo más parejo, pero siempre desprolijo. Con más paciencia, el Tricolor recortó a 8 (42-50) y dejó abierta la definición con una buena aparición de Calvi en el cierre del cuarto (47-54).

Impulsado por su defensa, el equipo de Leandro Ramella ganó en confianza y con un triple de Baxley se acercó aún más (50-56). Pero la reacción de Peñarol llegó con la potencia de Alejandro Diez que regaló una espectacular volcada y una asistencia para Baxter que le dio una ventaja más tranquilizadora (51-62). A 6 minutos del final, Gutiérrez acertó un triple con su sello característico (51-65) y el elenco «milrayitas» empezó a crecer en ataque con mejor juego de equipo (54-67). Con certeza desde afuera, Peñarol se hizo imparable, encontró alternativas variadas en ataque y amplió la máxima a 21 puntos (56-77) para dar el golpe de «nocaut» a 2m07s del final. Hubo tiempo para que los juveniles entren en la rotación hasta que Peñarol selló su triunfo en un arranque de Liga inmejorable ante su clásico rival.

Quilmes (61): Luis Cequeira 4, Walter Baxley 9, Maximiliano Maciel 7, Jonathan Durley 10 y Diego Romero 4 (FI); Bruno Sansimoni 3, Luca Vildoza 7, Alejandro Spalla 1, Fernando Calvi 6 y Tayavek Gallizzi 10. DT: Leandro Ramella.

Peñarol (77): Juan Pablo Figueroa 6, Jimmy Baxter 11, Franco Giorgetti 13, Leo Gutiérrez 13 y Reggie Okosa 0 (FI); Fabián Sahdi 9, Luciano Massarelli 7, Nicolás Brussino 3, Alejandro Diez 15, Roberto Acuña 0, Vittorio Fazzini 0 y Pablo Valentinuzi 0.DT: Sergio Hernández.

Parciales: 12-13, 40-26, 54-47 y 77-61.

Árbitros: Pablo Estévez y Diego Rougier.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.