Juegan desde las 21 en el estadio Polideportivo. El equipo formoseño, desde que encontró su tripleta de foráneos, es de los más regulares de una competencia loca.
Promesa de partidazo en el Polideportivo. Peñarol, que mostró síntomas de mejoría el último martes ante Instituto de Córdoba, tendrá un escollo de otro calibre. La Unión de Formosa, su rival de esta noche, lo someterá a una prueba más exigente. Y confirmará si realmente el elenco «milrayitas» encontró el buen camino o sólo vivió una noche iluminada. El cotejo, correspondiente a una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol, se jugará desde las 21.
La incorporación de un pivote que entiende bien el juego como Andrew Feeley le vino bien a Peñarol. Al menos, en su presentación frente a Instituto. El equipo se pasó la pelota con una fluidez poco común y encontró muchas buenas oportunidades de lanzamiento ante un rival que se prodiga mucho a la hora de defender.
Lo respaldaron, claro está, los porcentajes. Pero muchos de esos lanzamientos fueron consecuencia de buenos movimientos y de selecciones lógicas. Y la defensa, como si fuera poco, fue firme. En una temporada tan irregular, tantos aspectos positivos dentro de un mismo combo, no pueden menos que generar ilusión.
El equipo, que será nuevamente dirigido por Gabriel Piccato, se presentará en las mismas condiciones y con los mismos hombres. Con Leo Gutiérrez contando los partidos que faltan para su regreso desde la platea.
Hoy en la Liga Nacional cualquiera le gana a cualquiera. Son contados los equipos que han alcanzado alguna estabilidad en el juego y en los resultados. Y todos están en la Conferencia Norte. Son Olímpico de La Banda, San Martín de Corrientes y precisamente La Unión.
El equipo de Guillermo Narvarte comenzó muy mal el torneo. Pero apostó al cambio de foráneos y la pegó. Sólo conservó en relación al arranque del torneo al anotador perimetral Winsome Frazier. Cuando se incorporaron el ala-pivote Shaun Green y, sobre todo, el centro Torin Francis el conjunto formoseño dio un giro de 180 grados.
Antes de la llegada de Francis, un pivote de 2,10 metros que promedia poco más de 17 puntos y casi 11 rebotes por juego, La Unión llevaba un registro de cinco triunfos y once caídas. Con este portentoso centro, en cambio, la campaña es de nueve triunfos y dos caídas.
Este renovado La Unión, en consecuencia, logró emerger de la regularidad que sufren todos. Su oposición permitirá vislumbrar si Peñarol también es capaz de dejarla atrás.