¿Picarán piedra?: el viejo sueño de llevar a los presos al sur

¿Cuántas veces habrá el lector escuchado aquello de «a los delincuentes hay que llevarlos al sur a picar piedras»?. Parece que ahora aquel deseo se convertirá en realidad.

Con los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez todavía fugados, el gobierno nacional y el bonaerense firmaron un convenio que busca el traslado de los presos más peligrosos del país a prisiones federales del sur. El objetivo: limitar el contacto con el exterior y, a su vez, reducir la posibilidad de potenciales huidas.
La alarma se prendió después de que diversos reclusos, dentro de los que se destaca Mario Segovia (conocido como ‘el rey de la efedrina’), comenzaran a realizar los mismos pedidos que hicieron Victor Schillaci y los hermanos Cristian y Martín Lanatta días antes de su fuga del penal de General Alvear. ¿Cuáles? Ser atendidos en la enfermería, por ejemplo.

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Segovia, condenado a 14 años por narcotráfico, hizo una presentación ante la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado para poder ser atendido en un hospital rosarino. Similar fue la solicitud del mexicano César Cornejo Miranda, quien cumple condena por enviar a su país cocaína líquida escondida en transformadores eléctricos.
El temor a eventuales nuevas escapadas y motines, como el que tuvo lugar la primera semana del año en una cárcel de Benito Jurárez, hizo que los servicios penitenciarios federal y bonaerense suscribieran al acuerdo entre la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y Germán Garavano, ministro de Justicia.

Pese al alineamiento político, la decisión final de cada traslado está a cargo del juez que sigue la respectiva causa. Y, aunque el Servicio Penitenciario Bonaerense sugerirá el traslado patagónico, quedará en manos del magistrado dar o no lugar al pedido.
La primera tanda de pedidos incluye a varios integrantes de la banda narcotraficante “Los Monos”, de Rosario, además de presos que manejaban desarmaderos de autos, pero que en los últimos años ingresaron en el negocio de la venta y distribución ilegal de droga.