BRANCALEONE’S BOYS

Carlos Arroyo se convenció por fin que no tendrá calor bajo el sol de Cambiemos. Y como carta negociadora sale a provocar al poder de la provincia y de la nación a la espera de alguna salida.

Solo, con el gobierno intervenido y los desplantes a su persona al orden del día, el intendente siente que se le escurre entre las manos el poco poder que alguna vez supo tener. Sus errores y caprichos, a los que debe sumarse una impactante incapacidad administrativa y un nepotismo tan grosero como estridente, hicieron que desde Balcarce 50 primero y desde La Plata después se resolviese que se trata de un caso perdido y que no vale la pena ni siquiera confrontar.

Fue entonces cuando se decidió «intervenir» el municipio llenándolo de funcionarios de afuera que de a poco se hicieron cargo de los principales resortes de gobierno.

Y Zorro Uno quedó aislado, desubicado y como si ello fuese poco…desahuciado. 

Fue entonces cuando resolvió que el único camino que le quedaba para salvar al menos alguna de las naves de su Armada Brancaleone -tal vez la de su hijo Guillermo y no mucho más- era provocar con insistencia al poder central y dejar claro un mensaje de rebeldía que está dispuesto a cruzar el l´pimite que fuese menester para lograr sus cada vez más menguadosobjetivos.

¿No lo quieren a Giri?…que venga Giri;

¿no me quieren candidato?...me lanzo a la reelección;

¿me lo imponen a Mourelle?…lo gasto ofreciéndolo como alternativa para 2019;

¿traen a Montenegro?…le tiro piedras desde la vereda de enfrente;

¿me cuestionan la Ordenanza Fiscal?...insisto en cada cosa que les moleste.

Y todo así, todos los días y a toda hora. Una decisión difícil y arriesgada que sin embargo parece ser el único camino posible para hacerse visible.

¿El único?….tal vez no. Ya se rumorea en los pasillos del municipio que en trasnochadas reuniones en las que el vino y los delirios se dan la mano el buen hombre está preparando su desembarco en el peronismo del que por lo demás siempre se mostró cercano.

Habrá que ver…tal vez en alguna ocasión algo le salga. Aunque parezca difícil.

Lo que natura non da…Guillermito non presta.