Por Adrián Freijo – Todos piensan en una polarización entre las dos fuerzas hegemónicas pero desde el sector que a nivel local lidera Gustavo Pulti se insiste en que los números dan para cambiar el juego.
En un primer momento sorprendió la decisión de Gustavo Pulti de ocupar un tercer lugar en la lista de dipotados del frente electoral pergeñado por Florencio Randazzo. Y es que todos los análisis coincidían en que la presencia del ex intendente como candidato a concejal por su Acción Marplatense aseguraba al menos dos bancas en el Concejo lo que, sumadas a las que hoy ocupan Horacio Taccone y Paula Mantero, convertirían al partido local en árbitro obligado de todos los temas sensibles que se discutiesen en el cuerpo legislativo.
Para ser más claros, Pulti sería el «dueño» de la política local…
Cuando se conoció la opción tomada por el ex intendente no fueron pocos los que auguraron el fin de su carrera política y la extinción del partido que supo formar y al que llevó en dos ocasiones al gobierno de la ciudad. Las experiencias recientes indican que solo con la presencia de su líder en la boleta Acción Marplatense recoge números que lo convierten en una fuerza de peso en el escenario político local.

El ex intendente dejó un mensaje claro en su participación en el debate televisivo nacional
Hace pocas horas Pulti fue invitado al programa «A Dos Voces» que se emite por la señal TN y de sus dichos puede comenzar a extraerse alguna conclusión acerca de sus intenciones. Con la riqueza expresiva que le es conocida -que contrastó con la pobreza conceptual y el apego a trajinados latiguillos de los dos representantes de Juntos y del Frente de Todos- habló de un «enfrentamiento de diseño, vacío de contenidos y a espaldas de los verdaderos intereses de la gente» a lo que se atrevió a agregar que «esto es así porque las dos fuerzas por ahora hegemónicas no tienen respuestas a las necesidades reales de la población».
Y ahí quedó en claro que más que tercera fuerza hoy el ex intendente está pensando en ser alternativa mañana. Y si bien afirma que los números reales le otorgan la chance concreta de perforar el piso necesario para aumentar su representación en en Concejo Deliberante, es obvio que ello no supone hoy su prioridad política.
En su fuero íntimo supone una dura derrota del kirchnerismo local y un barajar y dar de nuevo, con cambios naturales de liderazgo, en el que se prepara para tener peso, voz y voto tras los comicios de noviembre. Porque sería la segunda derrota estrepitosa de quienes prefirieron apartarlo de un proyecto al que adhirió y sostuvo durante los difíciles años de la decadencia cristinista, sin pasar factura ni sacar los pies del plato aún pagando precios muy altos por abandonar la soledad de la opción local, y ello representará costos importantes para quienes prefirieron encapsular la propuesta del Frente de Todos en un solo sector, una minoría pretendidamente iluminada y una forma de hacer política que los colocó un poco más lejos de la gente cada día.
Resta saber si hay en General Pueyrredón espacio para una tercera fuerza, aunque esta sea solo coyuntural. No es lo mismo trabajar apuntalado por un bloque de dos concejales que hacerlo con uno de cuatro, aunque aún en el primer caso todo hace suponer que Acción Marplatense seguirá siendo quien pueda inclinar la balanza para uno u otro lado.
Si los números que hoy aparecen en las encuestas provinciales y que ubican al frente de Randazzo rondando los 10 puntos tienen su correlato en Mar del Plata, el objetivo estará cumplido y la apuesta de Pulti será entonces vista como una jugada maestra que le dará proyección nacional y poder local. De no ser así, posiblemente se hable de un error estratégico grave y del final de la experiencia vecinalista que supo encabezar…
Como siempre…será la gente en las urnas la que de su veredicto.