Una Secretaria ausente, que parece no saber lo que ocurre, promesas incumplidas y citas truncas, falta de presupuesto y ahora una situación que generó descontento en el personal.
Según denunciaron trabajadores que prestan servicio en las oficinas ubicadas en la Plaza del Agua, un supuesto colaborador de la recientemente asumida Silvana Rojas se hizo presente hoy en la Secretaría de Cultura – a la que una vez más no concurrió la designada funcionaria- generándose un delicado entredicho ante su voluntad de identificar a quienes allí prestan tareas.
El artista Diego Carabelli, que en las últimas horas comenzó a sonar para integrarse al equipo de la flamante titular llegó a la la Plaza del Agua y dijo que venía en nombre del Consejo Municipal de Cultura y que estaba autorizado a preguntar a cada uno en que estaba trabajando. Cabe aclarar que el citado no ha sido aún designado en cargo alguno, por lo que es tan solo un ciudadano más sin estado municipal. Lo que llama poderosamente la atención es que concurrió al lugar acompañado por efectivos de la Policía Local, algo que despierta aún más preocupación cuando arrecian las versiones de que la misma estaría siendo pensada como una guardia personal de las autoridades del actual gobierno.
“Tenía un listado con el número de legajo de cada uno y las presuntas funciones que cumplía cada uno” dijo uno de los 16 trabajadores presentes «y estaba en una actitud propia de un inquisidor. La imagen era la misma que se vivía en épocas de la Dictadura y la gente, al menos al principio, estaba amedrentada» afirmó.
Sin embargo el propio Carabelli se comunicó con este medio para aclarar que su presencia en el lugar se produjo por decisión personal, sin que nadie lo enviara y en su carácter de Director del Consejo Municipal de Cultura creado por Ordenanza 15577.
«Estoy preocupado por los artistas así que fui a velar por la seguridad de los programas en marcha y futuros» dijo Carabelli. «Hay gente que se va y gente que llega…y manifestantes en oficinas varias» concluyó para justificar su presencia en el lugar.
Los empleados de la Secretaría de Cultura se comunicaron con representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), quienes le elevaron la queja al secretario de Gobierno Alejandro Vicente. El funcionario intervino inmediatamente y ordenó que nadie prestase información alguna a Carabelli y que tanto éste como las fuerzas policiales se retirasen del lugar.
Pero es imprescindible ahora que se sepa quien lo envió, cual era la intención y sobre todo el papel de la Policía Local apoyando a una persona que no tiene función alguna en la estructura municipal y que se hace presente en una repartición para interrogar al personal.
Grave, muy grave. ¿Será la tónica de lo que se viene?.
Por lo pronto es de esperar que la fallida nueva funcionaria ya no lo sea al culminar este día. Son demasiados disparates en pocas horas como para sospechar siquiera que pueda tener alguna aptitud para el cargo que se le confió.