¿Quién protege la violencia de un «concesionario» de Las Toscas?

Un sujeto que se define a sí mismo como concesionario y «poronga» del sector público de Las Toscas agrede física y verbalmente a la gente sin que las autoridades tomen cartas en el asunto.

Hace mucho que en la Argentina el concepto de autoridad está en crisis. La falta de firmeza de quienes gobiernan, sumada a una confusión imperdonable acerca de la obligatoriedad de las normas, ha generado una situación de facto en la que cualquiera se apropia de los espacios públicos y los convierte en un negocio personal en el que además fija sus propias reglas.

Trapitos, ambulantes, cuidacoches y toda otra expresión de la marginalidad laboral le dan a Mar del Plata su tónica actual y la convierten en una ciudad desprolija, violenta y a expensas de la ley del más fuerte.

Y ahora es la playa el escenario de este tipo de atropellos.

Un sujeto identificado como Sebastián Otero, autodenominado como concesionario de la UTF Las Toscas, resolvió expulsar de una zona pública de dicho balneario a profesores de windsurf que brindan sus enseñanzas en el lugar. Y para ello no dudó en emplear la peor violencia, apoyado por algunos «colaboradores» llegando a tomar del cuello a quien solo pedía explicaciones por semejante comportamiento.

La intervención de las personas que disfrutaban del lugar evitó que las cosas pasen a mayores. Pero sería un agravio al estado de derecho y una falta de respeto a Mar del Plata que las autoridades no interviniesen en forma inmediata para sancionar al violento y, de ser cierto el carácter que invoca, proceder a la inmediata caducidad de cualquier concesión de la que pudiese ser beneficiario o parte.

Observar el video de lo ocurrido exime de más palabras: