Raverta se convierte en protagonista del embate a los jueces

RedacciónLa titular de la ANSES, que busca recuperar la bendición de Cristina Kirchner, ordenó intimar a los jueces que están en condiciones de jubilarse a que renuncien a sus cargos.

La Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) intimó a jueces, fiscales y funcionarios judiciales en condiciones de jubilarse y así lo requieran a que «presenten el cese de funciones» para poder efectivizar el cobro del haber previsional.

Si bien desde el organismo se afirmó que «se trata de un mero trámite administrativo previo a dar de baja los trámites en el caso de que el beneficiario no se acoja al retiro», en las cercanías de la titular del mismo trascendió que las intimaciones fueron resultado de un pedido concreto de la vicepresidente de la nación Cristina Fernández de Kirchner quien está convencida de que obtendrá como resultado «al menos el apartamiento de tres de los funcionarios y magistrados que llevan adelante las causas por corrupción en su contra».

Todo ello surge de la resolución firmada la semana pasada por Raverta en la que se solicita que aquellos que tienen iniciado un expediente jubilatorio deberán «presentar su renuncia en los próximos 30 días», pero que «si no lo hacen, sus trámites jubilatorios serán archivados».

La resolución aludida establece además que «de no acreditarse la presentación de la renuncia se procederá a la revisión integral de las actuaciones, en uso de las facultades conferidas a esta Administración por el artículo 36 de la Ley Nº 24.241, pudiendo ocurrir que no se encontraren observaciones, por lo cual se procederá al archivo de las mismas», lo que ha sido tomado como una sutil amenaza de cuestionar total o parcialmente la documentación presentada en cada caso e ingresar las carpetas en la larga noche de la maraña burocrática local.

De cualquier forma la medida se inscribe en las crecientes presiones que desde el kirchnerismo se llevan adelante sobre el presidente Alberto Fernández exigiéndole avanzar en dos puntos que Cristina quiere tener resueltos no más allá del mes de marzo: el indulto a los funcionarios de su gobierno y a ella misma en los casos de corrupción en los que están siendo investigados y la reforma judicial que le permita colocar en el sistema de justicia a jueces amigos e incondicionales.

La propia Fernanda Raverta, que había tomado distancia del núcleo duro que rodea a Cristina para integrarse de lleno al de mayor confianza del presidente, ha sido presionada para convertirse en ariete del embate contra la justicia y acompañar la estrategia de acoso y demolición que desde el Instituto Patria se lleva adelante para descabezar la Corte y colonizar los juzgados federales.

Así, parecen colegir en sus cercanías, podrá volver a contar con la plena confianza de la ex presidente y dejar atrás la duda acerca de su lealtad que había despertado su cercanía con un Alberto cada día más debilitado y declinante. Y que parece que hoy ya no es visto con capacidad de armar su propio espacio dentro del peronismo…

Cosas del poder…cuando el poder es lo único que importa.