(Redacción) – Otra vez la ciudad tapada de basura, otra vez los pretextos y los culpables, otra vez las explicaciones. Mar del Plata afronta un momento delicado en el que pareciera que no hay ideas.
Asumamos que el municipio se encuentra en el estado calamitoso que denuncian Arroyo, Cano y todos los integrantes del gabinete municipal. Y también que por alguna razón que desconocemos la administración nacional y la provincial han resuelto librar a su suerte a su par local.
Aceptemos también que nadie del gobierno actual supiese la gravedad de las cuentas a asumir una vez en el gobierno. Y hagámoslo olvidando por un momento que el intendente y su Secretario de Economía eran hasta ese momento concejales, tenían acceso a las cuentas públicas y que en una sociedad normal no tendrían por ello argumento para hablar de «sorpresa u ocultamiento».
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Asumamos por fin que el gremio, la empresa «9 de Julio» y todo el arco opositor -ayer nomás oficialismo- componen una perversa banda criminal cuyo único objetivo es demoler las bases del gobierno de Arroyo y lanzarlo prontamente a los abismos.
¿Quiere más?; demos por probado que el Grupo Aldrey ha puesto en juego todo su poder para aplastar cuanto antes a este intendente que, por primera vez en cuatro décadas, ha resuelto que el poder en Mar del Plata pase por otro lado.
¿Y entonces?, ¿vamos a estar cada mes con dos o tres días de basura acumulada?, ¿escuchando siempre las mismas explicaciones?, ¿buscando siempre a los culpables del disparate?.
¿A nadie se le cae una idea?, ¿no había un plan para una emergencia tantas veces denunciada y tantas veces anunciada?, ¿se creía que con el viejo expediente de la «herencia recibida» todo se iba a arreglar?.
Nadie puede pedirle milagros a la nueva gestión. No solo en Mar del Plata sino en el país entero, el estado de las cuentas públicas es calamitoso.
Pero algo que hacer más allá de la queja, el lamento, la diatriba contra el que se fue y la basura acumulada. Empezar a gestionar, exigir de las autoridades provinciales algo más que cara angelical y buenas intenciones.
“Es sorprendente la falta de voluntad de la empresa 9 de Julio con quien ya hemos firmado el contrato. Han parado tres veces en poco más de 40 días de gestión» dice el Secretario de Gobierno. Entonces ya no es sorprendente, más bien es habitual. ¿No lo pensaron?.
[Tweet «Mar del Plata: nadie atina a hacer nada y la basura sigue ahí, oprobiosa y pestilente»]
Sus palabras nos remontan a un veterano ex Ministro de Economía de la Nación que ante un cachetazo del mercado dijo «les hablé con el corazón, me contestaron con el bolsillo».
Nadie atina a hacer nada y la basura sigue ahí, oprobiosa y pestilente, a la espera de un nuevo parche y un nuevo conflicto.
Basta. Si hay que tomar la decisión «heroica» de denunciar el contrato y resistir la prepotencia de los matones, hagámoslo. Tal vez el propio Arroyo se sorprenda de lo que somos capaces los marplatenses cuando nos quieren llevar de la nariz.
Y si no se hace de esa manera, el intendente debe exigir de los otros niveles jurisdiccionales el apoyo para atender estas cuestiones básicas.
Pero lo que no se puede hacer es seguir denunciando y no dar un solo paso en la solución de los problemas.
No votamos fiscales; elegimos administradores. Que por favor se hagan cargo de una buena vez.