Reino Unido impulsó los primeros ensayos “de provocación” de COVID-19. Las personas podrán postularse como voluntarios para infectarse con la enfermedad para evaluar la eficacia de las vacunas.
Cada voluntario recibirá una remuneración de $4000 libras esterlinas, unos $350.000. Los pacientes serán inoculados con una vacuna y se les contagiará coronavirus (de manera controlada). El ensayo deberá ser aprobado por la Agencia del Medicamento y del Producto Sanitario del Reino Unido como también por un comité de ética independiente.
Según Financial Times, está provisto que comience en enero 2021. Tendrá lugar en el este de Londres y dividirán las pruebas en ocho voluntarios por ensayo. Los participantes deberán estar un mes en aislamiento. La compensación económica es alta por esta razón y porque el coronavirus sigue siendo desconocido.
Este tipo de estudios están lejos de ser una novedad: esta metodología fue utilizada durante las pruebas de la vacuna de la viruela, fiebre tifoidea, cólera, malaria, entre otras enfermedades. Estos ensayos complementan el desarrollo de vacunas hace décadas.
Estos ensayos no se llevaron a cabo antes porque todavía restan cosas por descubrir sobre la enfermedad SARS-CoV-2. La comunidad científica espera tener la suficiente información y herramientas para controlar la enfermedad en los voluntarios. Al día de hoy, no se sabe a qué vacunas estarán expuestos los participantes.