Scioli reapareció dando muestras de que no tomó nota de nada

(Redacción) – A mitad de camino de todo, el candidato  sigue sin animarse a despegar de Cristina y mucho menos asumir los errores que la presidente cometió en el armado político.

Daniel Scioli no aprende la lección y ya parece que no lo hará nunca. A horas de su derrota (el exiguo triunfo así debe leerse) reapareció en público para una conferencia de prensa en la que demostró no entender «ni jota» del mensaje de las urnas.

Por momentos daría la sensación que cree que solo se trata de variar el tono de los slogans de siempre y repite hasta el aburrimiento las mismas cosas con diferente cara. Sin embargo el contenido sigue devolviendo la imagen de un hombre dubitativo, esclavo de los caprichos de Cristina y totalmente ajeno al reclamo de un electorado que no está dispuesto a acompañarlo mientras no se defina.

Si sus asesores le dijeron que con repetir el sonsonete del optimismo, el entusiasmo, la industrialización, la corrección de lo malo y la continuidad de lo bueno, el trabajo para el capital y los ciudadanos argentinos y todas y cada una de sus muletillas era suficiente, tal vez ya sea hora que cambie de asesores.

Porque nadie le cree y sin ese detalle no hay mensaje que sea útil.

Scioli enfrenta una encrucijada a la que llegó por el simple expediente de flotar; pareciera que el método ya no le es suficiente.

Un ejemplo del cambio de los tiempos: le impusieron un vicepresidente y un candidato a gobernador. Uno no le aportó tan solo un voto y el otro hizo que la provincia que el peronismo gobierna desde hace más de dos décadas cambie de mano. Y por añadidura la cabeza de la misma en los últimos ocho años fue el mismo Scioli.

Una clara demostración que ni su actualidad política ni su gestión despiertan hoy la adhesión básica para retener un bastión que el justicialismo tiene desde el 17 de octubre de 1945.

Sabe que Massa va a ser difícil de acercar. ¿Porqué habría de hacer algo para ayudarle a ganar si sabe que una derrota representa el final del nonato sciolismo y el agonizante kirchnerismo y por tanto su propia posibilidad de convertirse a los 43 años en el líder natural del peronismo?.

De la Sota está muy lejos. ¿Cuánto?…los treinta puntos de ventaja que Macri sacó en Córdoba. ¿Porque habría el sagaz dirigente tirarse a su distrito en contra para ayudar al motonauta?. Ridículo.

Rodriguez Saá, aún con un exiguo caudal electoral, no se ha caracterizado por ser ingenuo y además aún arde en su memoria el abandono que sufrió tras su corta presidencia. Y entre los que lo abandonaron hay muchos que están hoy en las cercanías del gobierno. Incluído Scioli quien por orden de Duhalde abandonó quedamente la residencia presidencial de Chapadmalal la noche del desbarranque del Adolfo. Es bueno tener memoria.

El hombre está en el horno porque ni en sus cercanías ni en sus lejanías hay personas que tengan muchas ganas de ayudarlo en la estacada. Ocurre que, aunque le duela, Scioli es una anécdota en la historia de la Argentina y del peronismo; y nadie se detiene en las anécdotas.

Ahora todos le van a caer encima y solo le quedará, vestido de naranja, la chance de exprimir lo que le quede de dignidad para resolver si patea el tablero, sigue flotando...o se vuelve a casa.

¿Llegará a comprender que a nadie le importa demasiado?.