(Por Lucho Martínez Tecco) – Desmintiéndose a sí mismo, Scioli, en su carácter de “Candidato Presidencial” anunció la finalización de “Diver Mar”, parque de diversiones montado en el Paseo Las Toscas (mal llamado “Hermitage”).
Cuando su lanzamiento, por su propia boca, expresó que se trataba de un “aporte gratuito al turismo de la ciudad y sus residentes”, cuando en realidad, se trató de la utilización de espacios públicos de la ciudad y su convocatoria de afluencias turísticas, para usufructuar ese mercado en su propio beneficio, promocionándose así como “candidato” a la Presidencia de la Nación.
Cualquier estudiante de turismo sabe, de memoria, que los “acontecimientos programados” (“Diver Mar” fue uno de ellos) son un recurso de marketing estratégico utilizado para palear la “estacionalidad” de las ofertas turísticas, precisamente como la nuestra, mayormente “estacionales”.
Se enreda Scioli en su propio discurso, cuando dice que “Diver Mar volverá en las vacaciones de invierno”, es decir, cuando presuntamente retorne el “mercado masivo” al que apuntan sus acciones promocionales personales. Aquel cacareado “Mar del Plata todo el año” demuestra ser un “slogan” que sólo sirve para engrosar la falacia de los discursos.
Y en realidad. Mar del Plata es utilizada, con su gente y sus visitantes, para fines personales, ya sea en su caso de acceder a la máxima magistratura del poder, como de sus adláteres y socios comerciales, de obtener más dinero –y poder- para sus arcas.
Y no es que “Diver Mar” me haya parecido, mientras duro, un hecho plausible, y por el contrario lo hemos señalado, (como tantos otros), como una “caníbal” utilización de los espacios públicos de nuestra ciudad con fines personales.
Pero, “si a lo hecho, pecho” y los objetivos eran, realmente, los del discurso inaugural (“Ofrecer a turistas y residentes recreación gratuita de alto nivel”) levantarlo al final de la “alta temporada de carnaval” es una cabal demostración de la falacia.
Para Scioli y sus socios el resto de Febrero no interesa. Tampoco Marzo. Volverán, -amenaza- cuando vuelva la gente.
Es que Mar del Plata, pintada de “naranja” debe ser exprimida cuando esta Jugosa, plena. Y después se tira, hasta que el árbol de frutos otra vez.
Y lo más triste: el diario y las radios locales aplauden. ¿Ceguera? No. Contubernio.
Quelevachaché