La devaluación de la moneda China podría llegar hasta el 15% en esta etapa. Ello potencia las exportaciones de ese país y supone un riesgo para el comercio exterior de todo el mundo. Alarma.
China tiene atado al renminbi o yuan. Su Banco Central fija cada día un tipo medio frente al dólar -conocido como paridad central- y solo permite que el renminbi fluctúe en una banda del 2% al alza y a la baja. Devaluarlo supuso reducir esa paridad central un 1,9%.
Banco Popular Chino ha explicado: «La paridad central del renminbi se ha desviado de la tasa de mercado en gran medida». En su opinión, es «un buen momento» para actuar, porque «el dólar se está fortaleciendo, mientras que el euro y el yen japonés se están debilitando. Monedas de mercados emergentes y de materias primas se enfrentan a la presión a la baja, y estamos viendo cada vez mayores volatilidades en los flujos de capital internacional».
Un yuan más débil supone un impulso, al abaratar las ventas al exterior.
Y hay otro punto clave: el FMI ha retrasado la posible entrada del yuan en la cesta para fijar el valor de los Derechos Especiales de Giro (SDR) hasta septiembre de 2016. La negativa del FMI a incluirla obedeció a la falta de flexibilidad del tipo de cambio chino. Ahora, China señaló que su movimiento en la paridad pretende dotar de mayor flexibilidad al mercado cambiario chino, con un mayor ajuste del fixing a lo cotizado en el mercado.
Pero «lo que es bueno para el crecimiento en China es, por desgracia, malo para todos los demás», asevera Bill McQuaker, de Henderson Global Investors. Un yuan más débil convierte a China en un exportador más competitivo, resucitando una guerra de divisas.
Además, «esta decisión presionará a la baja la inflación de las economías desarrolladas, todavía en niveles bajos», advierte Anthony Doyle, director de inversiones de renta fija de M&G Investments.
El Banco Popular de China explicó que habrá un giro hacia un tipo de cambio donde «el mercado jugará un papel más importante». Además, «impulsará la apertura del mercado de divisas, ampliará el horario de negociación, la introducción de instituciones extranjeras cualificadas y la formación de un tipo de cambio único», aseguró.
Los expertos esperan más. «No descartamos nuevas medidas expansivas, de política monetaria o de política fiscal», indica Ponte. Fuentes involucradas en política monetaria consultadas por Reuters señalan que hay presión para una devaluación del 10%.
El mercado de materias primas tiembla ante el temor de que China, el mayor importador de materias primas del mundo, reduzca el ritmo de compras. Así, se produjo una caída generalizada en las commodities. El Bloomberg Commoditie Index, la cesta de commodities que pondera Bloomberg cayó un 1,7%, su mayor descenso en un mes. Los precios del petróleo también retrocedieron con fuerza.